Desarrollan proyectos desde otros puntos de vista. Comprenden que el futuro no será mejor sin un manejo consciente y democrático de las tecnologías.

Con su talento y entrega, hacen que el reflector del mundo se coloque sobre el gran talento de nuestro país.

A pesar de los obstáculos y la dificultades, consiguen convertirse en los mejores de su disciplina, no sólo para romper un récord, sino para darle gloria a todo un país.

Toman en sus manos el valor transformador de la cultura y las artes para alterar de forma positiva las realidades.

Hacen de su capital económico un capital humano para que otros crezcan junto con ellos.

Quienes se toman en serio que, cuanto del medio ambiente se trata, las acciones del presente nos garantizarán un futuro.

Han encontrado el valor de su voz y están siempre dispuestos a romper el silencio y hacer que su grito sea un grito por todos.

Su labor inspira y da certeza sobre la existencia de un futuro más allá de las complicaciones que la realidad plantea.