La espera terminó y Jimena Pérez “La Choco” por fin regresó al programa Ventaneando con una participación especial después de vivir más de un año en Madrid, España.
Durante su intervención, la conductora nacida en Guadalajara habló de la evolución de su hijo menor, Iñaki Sarmiento, a quien el año pasado se le detectó TEL (Trastorno Específico del Lenguaje).
Ahora la familia intentará con una nueva terapia, el modelo ABA (Análisis de Comportamiento Aplicado), un método que enseña a los pacientes habilidades relevantes, medibles y observables.
.@jimenachoco nos cuenta cómo vivió el pequeño Iñaki la pandemia en España y todo lo que están haciendo como familia para superar los obstáculos que se les presentan. #Ventaneando 📺
— Ventaneando (@VentaneandoUno) October 15, 2020
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“Estamos intentando todo tipo de tratamientos y ahora vamos a empezar con una nueva terapia que se llama ABA, que en realidad es la única terapia aprobada o avalada por la Organización Mundial de la Salud para niños con autismo.
“Lo que pasa es que es una terapia que a mucha gente le parece invasiva porque son muchas horas por semana y tienes que tener a los niños en terapia. Se da generalmente en casa y es una terapia conductual en la que ven por qué el niño se comporta de tal manera y ven estas áreas para trabajar con él”.
“La Choco” contó que en esta terapia no es importante ni el padecimiento del paciente ni la gravedad, pues se enfocan en que los pacientes puedan valerse por sí mismos.
“Nos decía la psicóloga: ’Nosotros queremos que trabaje para que él pueda hablar, se pueda desarrollar, pueda ser lo más independiente’, cosa que también nos pareció muy bien porque ni siquiera los neurólogos se ponen de acuerdo. Unos te dicen: ‘Tiene autismo’ y otros de dicen que no. Si nos quedamos esperando a que nos den un diagnóstico no haces nada”.
Jimena Pérez reveló que sí han visto un avance en Iñaki, sobre todo a nivel emocional. Sin embargo, el encierro por la pandemia no ha facilitado las cosas.
En un principio, Iñaki y su hermano Iker estaban felices porque no iban a la escuela. Pero al mes y medio de encerrados, el encierro empezó a hacer estragos en el niño.
“Después de mes y medio empezó a tener crisis. Entonces, por ejemplo, hacía coraje y se empezaba a pegar en la cadera y nos dimos cuenta un día bañándolo y dijimos ‘Esto no es normal’. Después aprobaron que todos los niños que tuvieran un problema neurológico tenían la posibilidad de salir, pero ahí te enfrentas a la sociedad. A Rafa e Iñaki les gritaban hasta de lo que se iban a morir. Incluso, en dos ocasiones llegó una patrulla y Rafa les enseñó la carta de la terapeuta. Se tenía que vestir de azul y le tuvo que hacer Rafa una playera para que fuera evidente (que tiene autismo)”.
Otra de las peripecias que “La Choco” y Rafael Sarmiento vivieron durante el encierro en Madrid fue que un día el niño se salió de la casa.
“Rafa había salido a tirar la basura y no cerró la puerta. Yo subí unos segundos y cuando bajé me dice Rafa ‘La puerta estaba abierta’. Salimos a la calle corriendo. Lo que me preocupaba es que alguien lo pudiera atropellar. Salgo a la avenida y veo de lejos a unos policías de dos metros, eran como cuatro, e Iñaki le estaba dando la mano a un señor. Salió en pijama, en calcetines con su tamarindo y dándole la mano a un señor”.
