Tatiana Santo Domingo, royal, esposa y mamá multitask cumple 35 años

Con 2,200 millones de dólares en su cuenta bancaria que heredó del abuelo, Julio Mario Santo Domingo Pumajero -gracias a la cual aparece en la lista de Forbes como una de las mujeres más ricas del mundo y la más poderosa de Mónaco-, además de estar casada con Andrea Casiraghi, Tatiana Santo Domingo bien podría pasar su existencia viviendo de sus rentas pero ella se niega hacerlo.

En cambio ha preferido una vida alejada del glamoroso mundo del jet set, dedicada a su familia y a la empresa que tanto le apasiona, Muzungu Sisters, un sitio online donde se pueden adquirir diversas prendas y accesorios étnicos sustentables de varias partes del mundo a un precio justo.

Esta empresa la fundó con su amiga la chipriota Dana Alikhani en 2009 cuando crearon el concepto que terminó materializándose en 2011. Desde entonces las dos amigas viajan por el mundo en busca de nuevos productos cuya originalidad y valor artesanal le han dado un plus a este retail online.

Las dos amigas viajan a destinos tan recónditos como Uzbekistan, Marruecos, Colombia (país de donde son originarios los Santo Domingo), Hungría, India y Perú entre otros, en busca de productos que promover en su sitio.

Pactan con los artesanos un precio justo para ambas partes tomando en cuenta el gran trabajo que requiere una prenda o accesorio artesanal hecho a mano y entonces se levanta el pedido. Cuando llega a Londres, lugar donde radican Tatiana y Dana, se toman fotos y se suben a la página para su venta.

La nuera de la princesa Carolina de Mónaco cuenta que la idea surgió por casualidad. Sus padres siempre la llevaban de vacaciones a lugares exóticos donde solía comprar ropa o joyas y cuando llegaba a Europa sus amigos quedaban encantados con los artículos que había adquirido por lo que después, en el siguiente viaje, le encargaban blusas, collares o bolsas.

Fue ahí donde pensó había una oportunidad de negocio y entonces con Dana fundó Muzungu Sisters.

Esta empresa de retail le absorbe gran parte del tiempo, aún así la señora Casiraghi se planta en el millennial mood donde carece de una secretaria: ella misma contesta mails, responde al teléfono y saca copias, entre otras actividades de oficina, sí, cual “Godín”.

Además está su mundo familiar que ha ido construyendo poco a poco para cumplir un sueño que tiene desde niña: formar una familia.

Cuando era todavía muy pequeña sus padres, Julio Mario Santo Domingo Braga y la ex modelo brasileña Vera Rechulski, se divorciaron y vivió muchos años en Ginebra alejada de su progenitor y con vacaciones divididas entre mamá y papá. De ahí que siempre su deseo ha sido formar un hogar sólido.

Después de 9 años de noviazgo, ella y Andrea Casiraghi se casaron por la vía civil el 31 de agosto de 2013 en Mónaco y la religiosa en Suiza el 1 de febrero de 2014.

Actualmente tienen 3 hijos Alexandre Andrea Casiraghi Santo Domingo nacido el 21 de marzo de 2013; India Julia Casiraghi Santo Domingo, nacida 12 de abril de 2015 y Maximilian Rainier Casiraghi Santo Domingo, todos nacidos en Londres.

A ellos les dedica gran parte de su tiempo y como cualquier mamá de clase media, evita las nanas, Tatiana misma los lleva y recoge en el colegio diariamente, es una mamá presente.

Pero también la parte humanaba la ha cuidado con especial esmero, tiene varios años colaborando con proyectos humanitarios dedicados a la infancia y salud como el proyecto Small Stops Project que busca proteger a los niños en las zonas más pobres del mundo. En cuanto al sector salud también ha puesto su granito de arena en la recaudación de fondos para la investigación sobre la cura de la parálisis cerebral en la fundación Motrice. Y así como estos dos ejemplos hay otros donde Tatiana destina parte de su herencia en ayudar a los menos favorecidos.

Tatiana Santo Domingo, para muchos, la nuera más misteriosa de la princesa Carolina de Monaco que en el fondo es una mujer centrada que no se deja deslumbrar por el brillo de una tiara ni los millones de una cuenta bancaria.

Hoy cumple 35 años y es fiel a su mantra de vida que es: darle importancia a lo verdaderamente importante.