Empleados de residencias en Las Lomas son objetivo de extorsiones

La reciente forma de los extorsionadores para llegar a los residentes de Lomas y Bosques de Chapultepec es a través de sus empleados domésticos.

Desde el año pasado comenzaron a salir a la luz varios casos en los que los criminales identifican a los empleados domésticos, para después engañarlos con historias falsas sobre sus jefes, diciéndoles que están secuestrados o que están en una situación en la que necesitan que les lleven dinero o pertenencias de valor de sus propias casas.

Un caso que divulgó Reforma fue el de una empleada doméstica de estas colonias a la que los delincuentes le dijeron que su jefe, un general del ejército, se encontraba detenido en el Ministerio Público, por lo que necesitaba los objetos de la caja fuerte para que lo liberaran. La mujer en cuestión entregó pertenencias por un valor de 400 mil pesos, entre éstas tres armas de fuego. Horas después, el general llegó a su casa, negando haber estado detenido.

Otro caso, que publicó este mismo medio, se dio contra una empresaria que vive en Bosque de Tabachines. Su empleada doméstica fue contactada por los criminales, quienes le dijeron que su empleadora estaba secuestrada, por lo que ésta decidió dar joyas y dinero para que la liberaran. La mujer entregó las pertenencias en Plaza Lilas, pero horas después llegó la empresaria, en total desconocimiento de la situación.

Un caso más reciente fue dado a conocer en el sitio web de López Dóriga, este pasado 28 de abril. En éste, a una empleada doméstica de Bosques de las Lomas le dijeron que su patrón había tenido un accidente de tránsito y que había atropellado a una persona, por lo que su jefe necesitaba que le depositara dinero para arreglar el problema. La mujer depositó 200 mil pesos en una tienda departamental de Tacubaya, y en todo momento pensó que estaba hablando con el hermano de su empleador.

Hasta el momento, según este mismo sitio, no ha habido detenidos por el caso, y son dos bandas las que operan en estas colonias, operando cerca para identificar a los empleados que entran y salen de las residencias. Cuando se realizan los chantajes, los criminales permanecen cerca de la residencia donde se encuentra el extorsionado, para vigilar que no salga a pedir ayuda.