`Ser emprendedor no es para los débiles de corazón´: Daniel Lubetzky
En la reciente edición de la revista Quién® reconocemos a los mexicanos que están sonando en Nueva York. Aquí te presentamos al activista y emprendedor Daniel Lubetzky, el resto de estos personajes los puedes conocer en el número más reciente que ya está en puestos de revistas o puedes adquirir en su versión digital en los siguientes links.
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El camino hacia Nueva York.
Cuando terminé mi licenciatura en Leyes en 1993, me fui a Nueva York a tomar el examen de la barra (de abogados). Trabajé ese verano con Sullivan & Cromwell (S&C). El otoño lo pasé en las oficinas de McKinsey & Company en México DF. Ese año Bill Clinton recibió a Yasser Arafat y Yitzhak Rabin por el proceso paz en el Medio Oriente. Mientras veía esto en la TV mi camino se volvió muy claro: había escrito sobre la cooperación económica entre árabes e israelíes por años. Soñaba con la paz en la región desde mi niñez, necesitaba apoyar estos incipientes esfuerzos de paz. Apliqué por una beca en el The Haas/Koshland Memorial Award para ir a Israel y el Medio Oriente. (Eso) cambió por siempre el resto de mi camino.
Sobre el nombre de su empresa: Kind.
Estábamos haciendo lluvia de ideas sobre nuestro nombre y misión y nos pronunciamos por un concepto que tuviera tres anclas: salud, sabor y responsabilidad social. Ser amable con tu cuerpo, con tus papilas gustativas y con el mundo. Mis padres (me enseñaron) que la amabilidad hacia otros puede construir confianza y une a la gente. Mi padre, que sobrevivió al campo de concentración de Dachau (Alemania), me dijo que un guardia nazi se arriesgó tirándole un pedazo de papa podrida que le dio el sustento para poder continuar... pudo haberse metido en problemas por ayudar a un judío, pero actuó con compasión.
La vida de un emprendedor es...
Como muchas historias de start-ups, la mía ha sido accidentada. Las últimas dos décadas han sido de altibajos que me han puesto delirantemente emocionado y desesperadamente preocupado... Ser emprendedor no es para los débiles de corazón, y es imposible saber cómo terminará cada historia. Todo lo que tienes son tus convicciones, tu habilidad para trabajar duro y tu determinación a nunca rendirte... Hace 20 años yo vendía mis productos de puerta en puerta y aprendí que hay que ver los problemas como oportunidades.