Bárbara Coppel nos lo cuenta todo en esta entrevista
Yo siempre le digo a Alejandro: ‘Yo me enamoré de ti en París, en Fashion Week'", contó Bárbara Coppel a Quién® poco después de su polémico compromiso con el torero Alejandro Hank Amaya. La ex modelo se refería a la pasada Semana de Alta Costura, en la que fue nuestra editora invitada.
Días antes nos habíamos reunido con ella en Londres para una sesión de fotos en las que nos sorprendió con una energía inagotable. De arriba a abajo, de Somerset House al Waterloo Bridge en unos Alexander McQueen más altos que el Big Ben, Bárbara no paraba. Entre cambios de locación, nos dimos cuenta de que Bárbara aprovechaba para checar novedades en su iPhone. La novedad se llamaba Alejandro Hank. Sí, el mismo que en 2013 canceló su boda con la actriz Ana Brenda Contreras sólo cuatro días antes.
Ahora Bárbara y Alejandro están a punto de casarse. ¡Qué loco! Sobre todo porque nadie se hubiera imaginado que, sólo semanas después de haber terminado su última relación, Bárbara empezaría a salir con alguien, a andar en serio y en tiempo récord -menos de un mes para ser precisos- convertirse en la futura señora de Hank. Todo esto bajo el cuestionamiento y la crítica de sus seguidores en redes sociales, que la enfrentan una y otra vez con su pasado, como preguntándose "¿en qué momento?".
Hablando con ella tras haber dicho que sí a Alejandro, se confiesa perdidamente enamorada, describe a su fiancé como "un príncipe" y a su noviazgo como un high interminable. En exclusiva nos contó cómo lidia con los seguidores que incesantemente le recuerdan a su ex novia.
UNA HISTORIA DE 20 AÑOS
"Conocí a Alejandro cuando tenía 16 años y él, 17. Estábamos juntos en la prepa en el Tec de Monterrey. ¡Hace 20 años! No nos llevábamos con las mismas personas y a mí hasta se me hacía como junior, y yo era muy down to earth. Nunca hizo nada mamón ni nada, sólo que yo me juntaba con otra gente, teníamos diferentes círculos de amigos. Pero a mí siempre me cayó bien, ¡simplemente nunca lo volteé a ver con ojos de nada porque él me llegaba al hombro!", nos contó Bárbara entre risas, pocos días después de su compromiso. "Pasó mucho tiempo. Él dice que nos vimos en Las Vegas o en Vail, yo no me acuerdo bien, yo vivo en la Luna, pero así fueron nuestros encuentros: rápidos y fugaces". Se volvieron a ver en Europa, durante un viaje que Bárbara comenzó en mayo de este año. "Me mandó un mensaje directo y me invitó a tomar algo mientras estaba en París. Yo iba con mi amiga Nuria Carte y dije: ‘¡Perfecto! The more, the merrier'. Salimos con mi amiga Nuria Carte, nuestra chaperona oficial, y todo muy padre, muy polite pero todavía nada que ver. Amigos. Después nos volvimos a ver en Marbella, cenamos en un restaurante en Puerto Banús, luego fuimos a un antro y nos la pasamos increíble. Y ahí empezó todo".
GO WITH THE FLOW
"Yo seguía de arriba a abajo. Chateábamos, pero no pensé que fuera a darse nada formal y ni lo esperaba. Me mandó flores. Él es un príncipe. Es un caballero. Es simpático, es divertido, es inteligente, es a toda madre", cuenta Bárbara. "Regresó el 4 de julio a París. Fuimos a comer y en la noche me invitó a un date. Platicamos ya sin escándalos de discotecas, nos tomamos una botella de vino y cenamos delicioso. Él siempre me lleva a los lugares más bonitos, no sé cómo los encuentra. Después de esa cena romántica me dio un regalito, una pulsera, que me explicó que era como un capote. Tiene los detalles más lindos. En Bagatelle nos esperaba un grupito. Ahí ya empezó a fluir, nos agarrábamos de la mano y nos abrazábamos. Como dicen "abrimos el corral de los becerros". Dije "go with the flow". Nuestra relación siempre ha sido carpe diem. Acabó Fashion Week, y cuando Alejandro se fue, me di cuenta, dije ‘oh, my God. Estoy enamorada. Perdida'".
LES AMOREUX
El never ending trip de Bárbara la llevó a Portofino. Una vez más fue acompañada de su inseparable Nuria, al yate de Stephen y Deborah Hung, un magnate de Hong Kong y su esposa, de Hermosillo y amiga de Bárbara. Entre el desfile de Dolce & Gabbana y las fiestas, Bárbara encontraba el tiempo para chatear con Alejandro. El plan original era alcanzarlo en Sevilla, pero a él se le ocurrió una mejor idea: verla en Saint Tropez, su siguiente destino. "Llegó y no nos pudimos separar. Abrazados todo el tiempo, muy enamorados. Llegó el 18 de julio, el día de la fiesta en el yate Sofía, de Elías Sacal. Ahí lo presenté por primera vez como mi novio". En Bagatelle, un beach club, la pareja llamaba la atención por ser la más romántica en público. "Los meseros nos decían cuando llegábamos ‘Bonjour, les amoreux', porque les impactaba que todo el tiempo estábamos besándonos". Bárbara le presentó a sus amigos y a una parte de su familia.
"Fue un inicio muy divertido, muy inesperado, viviendo el momento y gozando cada instante. Nos dimos cuenta de que somos bien parecidos. Tenemos la misma edad, nos gustan las mismas películas, las mismas canciones, nos entendemos con la mirada. Nos morimos de la risa juntos, él es el hombre más divertido que existe en el mundo. Es muy alivianada la relación, nunca nos preguntamos más de la cuenta, ¡qué flojera! Él y yo vivimos el presente. Él me dice que lo único que tiene que saber ya lo sabe, que es que lo amo y me ama.
MEET THE PARENTS
Aunque Bárbara originalmente tenía la idea de ir a Polonia, de donde viene parte de su familia, la llegada del torero a su vida cambió por completo su plan. "Me dijo, ‘¿qué te parece que vayamos a Los Ángeles?' Yo no tenía boleto, él me regresó". Pero la pareja todavía no estaba lista para parar de viajar. "Nos fuimos a Los Ángeles, a Santa Mónica. No te puedo explicar: Estábamos en un high permanente de enamoramiento, cero jet lag. Después fuimos a Newport Beach, y ahí le presenté a mi mamá. Lo amó. Al día siguiente conoció a mis hermanas, sus esposos y sus hijos, en una carne asada, un fiestón. Y después fuimos a Tijuana donde ahora me tocó conocer a una parte de su familia. ¡Yo todavía no lo puedo creer!".
ROMANCE EXPRÉS
Después de unos días en San Diego, Alejandro la invitó a un "aparentemente inofensivo" road trip por el norte de California. Pero tenía un plan entre manos. "Fuimos a Santa Bárbara, Big Sur, San Francisco. Terminamos en el Beverly Hills Hotel. La verdad era como luna de miel. Hemos hecho todo al revés y creo que es la mejor fórmula que existe". El 16 de agosto, menos de un mes después de empezar a andar, Alejandro le dio el anillo.
¿Esperabas que Alejandro te diera el anillo tan rápido?
- Siempre me decía que quería todo conmigo, pero no me lo esperaba para nada. Es lo que quería y lo logró. Llegando al cuarto en el Beverly Hills Hotel, vi una botella de Dom Perignon, que es su favorita. Me abrazó, y de repente abrí los ojos sin que me dijera nada y volteé y ¡pum! una cajita roja ovalada con el anillo. La piedra era de su mamá (María Elvia Amaya, que falleció a causa de cáncer en 2012) y la mandó montar. Para él era muy importante que fuera algo de ella. A mí me hubiera encantado conocerla y él me dice que a ella también.
¿Cómo reaccionaste?
- "¡No! No mames!" Así le dije, literal. Fue un asombro total y lo único que pude hacer fue abrazarlo y besarlo 20 horas seguidas. Al día siguiente, me llenó el cuarto con mis flores favoritas y nos fuimos a tirar de skydive, porque él nunca lo había hecho y a mí me encanta.
¿Cómo van los planes de boda?
- Se nos antoja casarnos en primavera. Cero que nos vamos a esperar un año porque todos esos cánones no los seguimos. Sobre el lugar no tengo idea, Cabo San Lucas es una posibilidad. Alejandro es un amor y dice que donde yo quiera. Es un tipazo, es un príncipe. Este cabrón es lo máximo.
¿Y los hijos?
- Sí, claro que sí (risas). Pues... ya veremos. Primero nos casamos, ¿no? Aunque quién sabe, aquí está todo el canon roto.
¿Ya tienes un vestido en mente?
- ¡No tengo idea! Pero ahorita que lo mencionas, cuando estuve en París conviví con Olivier Lapidus, el hijo de Ted Lapidus. Cuando fui a su departamento con Sonia Falcone, la amiga con quien me quedé en Londres, me dijo, ‘yo te prometo que el día en que te cases (que yo lo veía muy lejano, en ese momento), te voy a regalar el diseño de tu vestido'. Así que se lo voy a cobrar.
HATERS GONNA HATE
"La gente que nos quiere está demasiado emocionada", asegura. "Mi banda es buena onda y buena vibra, también la gente que me sigue en Facebook. En donde no, es en Instagram y Twitter, que lo tengo público, y hay de todo. A mucha gente le caemos gordos, nos tienen en un concepto de juniors o de no sé. Al principio, en mi viaje, dejé que la gente me pusiera de todo. Los comentarios eran en general positivos. Pero desde que empecé con Alejandro, uff... se me echaron encima. A algunas personas ya las bloqueé porque tampoco me gusta que contaminen mis fotos. No pienso quitar todos los comentarios pero esos que dicen lesbiana, papaya y todas esas cosas, sí. Yo creo que muchas veces la felicidad provoca envidia, y como nos vale tanto, peor. Me da mucha risa porque hay gente que cree que esto es un circo y a mí me vale. Yo me sigo tomando fotos con él, quiero gritar a los cuatro vientos que lo amo. Mi naturaleza es compartir y no voy a dejar de hacerlo. El que no me quiera ver, que no me siga.
Muchos comentarios tienen que ver con tu relación anterior, ¿ya quedó en el pasado?
- ¿Cómo? Pregúntame al chile.
Los comentarios negativos son sobre tu relación con Montserrat. ¿Esto ya quedó atrás?
- Sí, quedó atrás, yo le deseo lo mejor, que le vaya súper bien. Todo lo que digan de ella y yo y que nos peleamos, todo son mentiras. Ella y yo, todo perfecto, son ciclos de la vida. Ahorita yo estoy en esta situación, soy la mujer más feliz del mundo y ella está viviendo otro momento muy padre de su vida, y qué fregón, cada quien feliz.
BÁRBARA, POST BODA
Antes de empezar a andar con Alejandro, Bárbara tenía claro lo que quería hacer al volver a México y los planes, nos confirma, siguen en pie. Está acostumbrada a trabajar desde chica -"En los hoteles Pueblo Bonito de mi papá hice de todo, desde ama de llaves, hasta jardinera y vendedora de tiempo compartido; ¡vendí uno en italiano!"-, así que tomará un papel muy activo en la empresa de su familia. "Voy a dirigir el área de relaciones públicas, además de las redes sociales", platica. Lo que más le entusiasma es decorar muchos de los nuevos desarrollos que tiene preparada la empresa familiar. "A mí me encanta el diseño de interiores, me apasiona, igual que la moda. Tengo un dossier de fotos de paredes, pisos, molduras, look and feel, iluminación. Tenemos un proyecto de un lounge en Cabo, y de un food court estilo Harrods con salón de té, oyster bar, postres, pero con un estilo mexicano, de hacienda, como nos gusta en Cabo".
El primer proyecto será decorar su casa nueva: "Mi estilo es contemporáneo ecléctico. Cosas inesperadas. Voy a meter más arte, es algo que me está apasionando mucho. Tomo inspiración de viajes, de todos lados: Turquía, India, me atraen mucho." El plan de los Hank Coppel es tener ahí su pied-à-terre y viajar todo el año por el mundo. "Estoy feliz, mi familia está feliz. Es mi momento".
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