Arrestan a magnate neoyorquino tras admitir asesinatos
Robert Durst era protagonista de un documental realizado por HBO titulado: "The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst" ("La maldición: la vida y las muertes de Robert Durst"), en dicha producción se incluían entrevistas con el empresario y justamente fue durante la transmisión del último capítulo cuando Robert entró al baño y sin darse cuenta que el micrófono estaba prendido dijo "Ya está. Te han cazado. ¿Qué hiciste? Pues matarlos a todos, por supuesto", en referencia a su primer esposa, Kathleen Durst, su amiga Susan Berman y un vecino, Morris Black.
Esta declaración fue el detonante para que el FBI lo arrestara este fin de semana en un hotel de Nueva Orleans. Ahora cuenta con una orden de extradición a Los Ángeles, California, por asesinato en primer grado por la muerte de Susan Berman. Además, los realizadores del documental encontraron similitudes entre la caligrafía de Durst cuando envió una misiva a Susan y la carta anónima que recibió la policía en la que se les informaba que había un cadáver. En ambas cartas la palabra "Beverly" estaba escrita incorrectamente como "Beverley"
De ser encontrado culpable enfrentaría la pena de muerte. Por su parte su hermano Douglas Durst aseguró a la agencia AP que "Esperamos que por fin tenga que dar cuenta de todo lo que ha hecho". Los Durst son una familia que con una fortuna de más de 4 mil millones de dólares, misma que han hecho gracias al negocio de inmobiliarias.
Confesión de de Robert Durst
Los crímenes de Durst
El documental "The Jinx" sería una investigación en la que el involucrado daría su versión de los hechos. En la que se abordó el tema de la desaparición de su primer esposa, Kathleen Durst, en 1982. Quien después haber pasado unos días en su casa de campo en Nueva York no se volvió a saber nada de ella, tiempo después fue declarada legalmente muerta aunque nunca se encontró un cuerpo.
Mientras las investigaciones sobre el paradero de Kathleen seguían su curso, Robert se mudó a Texas y vivía en una casa cuya renta era de 300 dólares mensuales y se hacía pasar por mujer, mientras se deslindaba del caso y para escapar, según él, de la prensa. Ahí vivió hasta el año 2000.
La escritora Susan Berman, amiga y portavoz de Robert, estaba lista para comparecer en el reabierto caso de Kathleen Durst, pero antes de que esto sucedería fue hallada muerta, con un impacto de bala en la cabeza, en su casa de Beverly Hills.
El tercer crimen fue el de Morris Black, vecino de Durst cuando vivía en Texas. Las autoridades habrían encontrado el torso y brazos de un hombre flotando en las aguas de la bahía de Galveston. Un documento de identidad permitió saber el nombre de la víctima. Durst confesó haberlo descuartizado, pero no recordaba haberlo matado, por lo que su abogado dijo en su defensa que pelearon porque estaban ebrios y fue eso lo que orilló a Robert a desmembrar a su amigo por una reacción de pánico provocada por el alcohol. El jurado decidió que había sido en defensa propia y sólo lo condenaron a cinco años de prisión, de los cuales sólo permaneció tres.