Hugo D’Acosta, su historia de amor con el vino
Poco puede decirse de Hugo D’Acosta que no se sepa ya, sin embargo posee una de las personalidades más enigmáticas del mundo vinícola de México y nos platicó un poco sobre él y sus cosechas. “Soy hijo de una familia de ocho y a los 16 años encontré una escuela de cómo cultivar uvas y hacer vino. Después estudié agronomía y elaboración de vinos en Europa y descubrí poco a poco lo que quería hacer, porque realmente estudiaba eso sólo por gusto y me fui metiendo a hacer vinos a título personal”, cuenta. Al pasar los años Hugo descubrió que lo cautivaba el vino, la tierra y las uvas, por lo que se dedicó de lleno a las cosechas. “No puedo presumir una anécdota familiar que diga que me enseñó mi abuelito, la verdad fue coincidencia. Una vez en una cena familiar probé vino espumoso y todavía no la había probado cuando mi mamá me puso una cachetada y en ese momento me di cuenta que este manjar es de momentos, recuerdas los buenos y los malos sólo por experiencias”, dice Hugo, quien recuerda ese momento, cuando tenía 16 años. “El vino es cuestión de momentos, lugares, contextos y por supuesto de los sabores, pero hay muchas cosas que influyen en que un vino sea rico. No creo en los buenos y en los malos creo que todos tienen diferentes estímulos pero lo más importante es el momento y el pretexto para consumirlo”. Para celebrar 18 años de su bodega Casa de Piedra, estrena su quinceava cosecha y siendo uno de los personajes más importantes del vino mexicano, también nos contó un poco sobre sus gustos. “El vino mexicano es una de las grandes propuestas, pero lo que lo desvirtúa es que es poca producción para el tamaño del país, además que en el norte de México forma parte de la cotidianidad y lo que buscamos es que todo se conviertan en consumidores”. Con 26 años de matrimonio y 27 trabajando con su esposa, Hugo ha encontrado la mancuerna perfecta para su negocio, además de tener tres hijos que por convicción están muy involucrados en el tema. “A mi esposa la conocí en esto y hasta hace poco tengo mi propia oficina porque siempre estuve con ella y ya me hacía falta”, bromeó. “Daniela, de 26, le encanta criticar los vinos; Luca, de 22, le llama la atención la agricultura y Julia ,de 14, creemos que nos administrará a todos”. En su visita por la Ciudad de Méxio, D’Acosta nos adelantó que tiene muchos planes para la producción de vinos en Baja California y que está dispuesto a dejar en alto el nombre de México en cuestión de vinos.