Crónica de un despertar de ballet en la ciudad

Desde hace algunos meses ya se venía anunciando que la Gala del Ballet Internacional Despertares se presentaría en México por segunda ocasión. La cita fue la noche del 9 de agosto en el Auditorio Nacional. Este espectáculo es convocado por el mexicano -personaje de Quién 50 en 2013- quien actualmente es primer bailarín del Het Nationale Ballet de Holanda. El prestigio de Isaac logró reunir a varios artistas de la danza quienes ofrecerían 18 piezas de ballet clásico y lo más innovador del ballet contemporáneo. Sin duda, un agasajo visual para quienes tuvieron la oportunidad de asistir.

LA DISCIPLINA DEL ENSAYO

Tuvimos la oportunidad de asistir a los ensayos, la cita fue en el coloso de Reforma a las 14:30 horas, el momento en que los bailarines preparan los último detalles para la gran gala. Nos piden que guardemos silencio, la concentración para estos artistas es importante.

Isaac Hernández está atento hasta el mínimo detalle, pide una luz azul y pide que intensifiquen, ya que su vestuario será negro y necesita que todo contraste, prueban con un fondo blanco. A final de cuentas son ensayos, hay que probar, al bailarín de origen tapatío se le nota un carácter amable y sencillo en todo momento. A Isaac se le ve nervioso, pero guarda la calma y sigue practicando.

Maria Kochetkova, de origen ruso y que actualmente es bailarina principal del San Francisco Ballet, se percata del espacio y prepara con giros sus siguientes pasos, el equilibrio es primordial, se le ve la entrega y pasión por el baile.

Los hermanos argentinos, Martín y Facundo, que se hacen llamar Lombard Twins -con atuendos urbanos- tuvieron un ensayo armonioso con su coreografía más moderna. Se les notaba el gran trabajo en equipo y compenetración. Algo muy importante al bailar con un compañero es seguirse y sentirse uno al otro, ellos lo logran a la perfección.

Es momento de retirarnos, los ensayos siguen pero esto fue una probada de lo que se vería por la noche en el mismo lugar.

MÁS TARDE EN LA GRAN GALA...

El Auditorio Nacional comenza a llenarse desde las 19:30 horas, la cita era a las 20:00 horas, no hay cabida para impuntualidades. Quienes llegan tarde son acompañados a otros asientos en la parte de arriba para no interrumpir el espectáculo. Desde ahí se nota la disciplina que envuelve un evento de esta talla.

Entre los asistentes vemos a Celina del Villar y Benny Ibarra, y al diseñador mexicano Kris Goyri.

La gala inicia con el clásico Romeo y Julieta interpretados por Isaac Hernández y Jurgita Dronina, bailarina principal del Het Nationale Ballet.

La noche transcurre con piezas clásicas, tarantelas y tangos. Misty Copeland, bailarina afroamericana, es de las más ovacionadas, ya que su fuerza en el escenario se hace sentir desde que comienza a bailar y es que su musculatura la diferencia de la estética convencional de las bailarinas, sin embargo, su soltura y precisión es lo que le gana los aplausos de los asistentes.

Sin más escenografía que una pantalla que se ilumina de acuerdo a las piezas interpretadas, salen Lombard Twins -quienes actualmente radican en Nueva York- con su actitud relajada, Nikes rojos y bailes modernos no sólo arrancan aplausos también risas, ya que son todos unos showman en el escenario.

También hacen su entrada: el violinista Simeon Simeonov y el pianista George Xiaoyuan Fu, quienes acompañan con algunas piezas a otros bailarines.

Uno de los momentos sublimes es cuando los hermanos Isaac y Esteban Hernández se juntan para bailar "My way", más allá de la técnica transmiten una gran complicidad y cariño. Y es que ambos crecieron con el rigor de su padre, el Maestro Héctor Hernández, quien les inculcó el amor por la danza y la disciplina cuando en su natal Guadalajara ensayaban en el patio de su casa siendo muy pequeños, junto con sus otros hermanos.

La gala termina cuando todos los bailarines salen en grupos bailando, en el mismo orden que aprecerieron al comenzar la gala, para agradecer al público. Los aplausos no se hacen esperar mientras los asistentes se ponen de pie, los artistas de la danza se toman de la mano para hacer una reverencia al tiempo que por el aire vuelan confetis metálicos en verde, blanco y rojo.