Las postales de... Bárbara Coppel
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La Maldivas
Es el paraíso en la tierra. El color del agua es espectacular, los hoteles, comida y servicio son inigualables. Mi hotel favorito es One&Only Reethi Rah y cuando muera quiero que tiren mis cenizas allá.
Petra
Es espectacular lo que la combinación de la naturaleza y el hombre pueden hacer. Hay un recorrido en camello y cuando estás casi enfrente del Treasury el guía da la orden de dar la espalda y caminar en reversa, él indica cuando se debe voltear y pasa algo rarísimo. Soy cero cursi pero al ver el Treasury entre las rocas es impresionante, me dieron ganitas de llorar. Mi físico es de por aquellos rumbos y aunque no tengo sangre jordana muchos creían que sí, un mesero ofreció 5 camellos por mí. Muy amable, pero no fue suficiente.
Camboya
Es un lugar con vibra mágica. La gente no es maliciosa, es buena. Los templos me encantan, mi favorito Tah Prom. El hotel Amansara es lo máximo sin ser pretencioso. Y la comida Khmer es como casera mexicana sólo sin tanto chile y deliciosa, soy una foodie.
Dinamarca
Es lo máximo estar en un país donde la gente tiene una educación superior y todos andan en bicicleta, hasta yo en la cena apliqué el drinking and driving.
África
Los animales, la amabilidad de la gente y los hoteles me fascinan. En Zambia uno que recomiendo ampliamente es el Royal Livingstone Hotel, en la noche sueltan a las jirafas y cebras y para que ronden las instalaciones del hotel ¡lo máximo! El spa es como en tiendas de campaña al aire libre, enfrente de las Cascadas Victoria y tienen un espejo en el hoyo de la cama para que veas el río y los hipopótamos desde tu masaje.
En Kenia se me hizo de lo más original y pintoresco el Jiraffe Manor en Nairobi, es en el que se te acercan las jirafas y jabalíes, salió en la película "White Mischief" lo máximo.
Cape Town me gustó mucho, pero como que me gusta más la Africa negra: Etiopia, Tanzania y Uganda me enseñaron mucho. A estos países no fui en plan lujo, sino todo lo contrario y al principio me costó trabajo, pero luego lo acabas entendiendo y te das cuenta de las cosas que verdaderamente valen la pena.