Unos mezcales con Bobby Domínguez
Íbamos preparados para tomar un par de mezcales en La Bonita, en pleno corazón de la Condesa, pero terminamos probando todo tipo de pulques curados: desde sabor guayaba o platano hasta aguamiel, el favorito de Bobby. El empresario ahora avocado a un negocio de bicicletas llamado Rock & Ruedas, por supuesto llegó manejando su propio modelo que estacionó frente a la cantina. El lugar perfecto para que pudiera abrirse y platicar conmigo de todo: su negocio, su pasado como estudiante, sus mejores anécdotas de vacaciones y por qué no...el amor.
La bicicleta con la que llegó a La Bonita, no es la que personalizó y apodó "Mi Niño", una negra cromada. Tiene varias. Ahora que vive en la Condesa, Bobby prácticamente ha dejado de utilizar el coche y lo ha cambiado por las bondades del transporte en dos ruedas. "¡La bici es una chulada!" Me dice emocionado. De hecho de las primeras cosas que me pregunta es si yo llegué en una también...o un scooter, o una Vespa. Ahora me siento avergonzado del coche que tengo estacionado allá afuera. Y su defensa comienza, "La gente está buscando una solución para moverse en esta ciudad ¡porque es un caos! La bici te ahorra todo eso."
Tiene toda la razón, ¿qué puedo decir? Un poco es por esta filosofía que Bobby inició su negocio de bicicletas Rock & Ruedas, uno en el que diseña y personaliza las bicis de acuerdo a los deseos de sus clientes. "Con un amigo salió la idea de 'Yo quiero mi bicicleta de cierta manera, la quiero personalizar, ponerle mi estilo, etc'. Entonces diseñando la bicicleta y haciéndola totalmente única fue que dije '¡Está increíble esta onda!'" La vibra romántica-bohemia de su nuevo negocio le viene desde el nombre. "Rock & Ruedas" fue inspirado por el festival musical de Avándaro de los 70's, Rock y Ruedas, al que su papá asistió de joven. La música rock, Los Beatles, Los Rolling, me cuenta, es una influencia en su vida muy especial. Una que ahora lleva como estandarte de su nuevo "bebé".
Pero Rock & Ruedas no es sólo un negocio compra-venta de bicicletas, es también uno con el que Bobby está poniendo su "granito de arena", apoyando a distintas fundaciones con las ganancias. "Hice Rock & Ruedas con la idea de fomentar la participación ciudadana", me comenta. Y en su mirada se puede ver toda la determinación que me hace saber que es cierto, "La solución a los principales retos de la sociedad y del país está realmente en los ciudadanos, no tanto en los gobernantes." Los conflictos sociales son algo que, de manera notoria, lo mueven. De hecho Rock & Ruedas tiene también mucho trasfondo verde; una ideología ecologista que Bobby se planteó desde el principio como parte de una filosofía de buscar batallas por las que valga la pena luchar. El medio ambiente fue la que encontró para este proyecto.
Yo no soy una persona de dos ruedas, y cuando nos ponemos a platicar de la idea de llegar a una junta de trabajo (saco, corbata y mocasín) en bicicleta, él recuerda una anécdota que cierra la discusión: "Una vez fuimos a hacer un paseo. Iban Luis Miguel Moreno, Yunuen Millán y Gina Pineda. Yo no hablé con Gina y le dije 'Vamos a hacer esto', Luis Miguel fue el que le dijo 'Oye, vente, acompáñame." No le dijo a qué íbamos. Ella llegó con unos tacones de PLATAFORMA ¡y se la rifó! Se subió a la bici y se fue en la bici con sus tacones de plataforma. Mis respetos. Además traía vestido, ¡No, no, no! (Risas)"
Como ésta, Bobby tiene varias anécdotas que recordar de sus frecuentes aventuras. Siendo un hombre apasionado por los viajes, no es de sorprender que ya haya hecho de todo, desde saltar en paracaídas en Playa del Cármen, manejar un trineo de perros en Canadá, hasta nadar con tiburones blancos. Pero una que recuerda con especial puntualidad sucedió al lado de Toño de la Vega y Leo García en Australia. "Estábamos en la selva y fuimos a una cascada. Yo estaba sobre una piedra y quería brincar a otra, pero iba en chanclas. ¡Me iba a poner un madrazo segurísimo! En mi idea dije, voy a brincar a ese árbol, me voy a subir, voy a bajar y de ahí llegó a la otra piedra. ¡Muy sencillo! ¡Fácil! Brinco y cuando brinco el árbol se viene conmigo. Caigo sobre una piedra...todavía la espalda no la traigo al cien por ciento."
Las risas con Bobby están aseguradas. Ya probamos pulque de tuna, pulque sencillo y otros, y de pronto me entero que el hombre estudió leyes, no alguna carrera creativa como yo me esperaba. Si uno ve a Bobby Domínguez, camisa abierta hasta el cuarto botón, pelo a la nunca despeinado, risa sin inhibiciones, no lo puede imaginar trabajando en un corporativo de sol a sol. Pero así fue, durante una parte de su carrera, Bobby funcionó como abogado de contratos y adquisiciones en Bimbo, hasta que decidió dejarlo a sus 30 años de edad. Y no es la única empresa a la que se ha avocado, durante sus veintes, el "licenciado" también trabajó como gerente de antros, PR, socio de una agencia publicitaria y dueño de una comercializadora. Los negocios son lo suyo...pero también el diseño, dibujo y arquitectura.
"Cuando me compré mi departamento y empecé a diseñarlo, me metí muchísimo en la arquitectura. Cada parte de mi casa la escogí. ¡Me metí al mundo! Tomaba fotos de las cosas que me gustaban. Todo. El escusado, te juro me senté en todos los escusados hasta decir ¡Éste es el sabroso! ¡En éste me quedo! (Risas)." Cuando le pregunto que qué es lo que lo motiva, que cómo le hace para siempre tener una idea en mente y nunca dejarse derrotar por la desidia, su respuesta es sencilla, "¿Sabes qué? Lo más importante en la vida es hacer las cosas con pasión. Apostarle a tus cosas." "Entonces ¿si me llega un dinerito y no sé qué hacer con él, mejor pongo mi propio negocio en vez de invertir en el de alguien más?" le pregunto, retomando su punto y su respuesta es afirmativa. "Mucha gente no lo haría", le comento y se ríe: "Vence tus miedos, sigue tus pasiones." Punto final.
Pero Bobby no ha vencido sus miedos del todo. Al menos no el que a hablar de sus relaciones románticas se refiere. Y eso queda clarísimo cuando le pregunto cómo está en el amor y antes de soltar una carcajada me dice "Bien, tranquilo." Lo empujo a que me cuente un poco más. "De los negocios que tengo vinieron muchos cambios, entonces la verdad he estado súper enfocado en la chamba. Creciendo, fortaleciendo, cambiando, entonces he estado en una época de avocarme a full en el trabajo." Lo que significa que está solterito...pero no cerrado al amor. "En la parte amorosa...signo de interrogación...a ver qué pasa. Pero abierto, nunca cerrado a conocer a alguien y enamorarte. Si todo fluye, que venga."
Como lo pone él mismo, por el momento "el diablo está dormido", pero eso no significa que no tenga expectativas a futuro en el ámbito. De hecho, una de ellas, es formar una familia. "Me motiva muchísimo la onda de tener chavos, es algo que me ilusiona muchísimo. El día que llegue, si llega, me emociona mucho. Es la cereza de una relación." "¿Y qué tipo de padre crees que vayas a ser?", le pregunto. "Seguro de pronto pondré la mano, pero yo más bien me veo súper divertido, súper cariñoso. La idea que yo tengo del padre ideal es una persona que transmita las experiencias de vida. Que esté con él/ella, pero más como una relación de amistad. Ser alguien que lo apoya, que lo orienta."
De cualquier forma para dar ese paso le falta mucho. Bobby sigue buscando a la mujer ideal que pueda ver como madre de sus hijos y sus parámetros no le van a cualquiera: "Para mí es fundamental el espacio en la pareja. Totalmente sano. A mí me gusta tener una mujer que persiga sus pasiones, sus sueños, lo que quiera hacer en la vida, no me interesa que sea millonaria, que sea apasionada." ¿Y una novia muégano? ¡Jamás! "Me encanta el mueganeo un viernes...un domingo, pero que construyas tu microcosmo, y tú y yo contra el mundo, no. Hay demasiadas cosas buenas allá afuera como para darles la espalda."
Se nota, de cualquier manera, que Bobby está acostumbrado a estar solo y lo disfruta. De hecho, de acuerdo a lo que me cuenta, uno de los viajes que más lo marcó en su vida fue uno que hizo a Europa de mochilazo, acompañado únicamente por sus pensamientos. Es esa misma mentalidad la que le permite lanzarse de una idea a otra, decirle adiós a las que no están funcionando (difícil, pero lo hace) y continuar siempre viendo adelante. Por ahora, además de transportar la personalidad de sus clientes a los diseños de sus bicicletas, Bobby tiene otros proyectos en mente...pero se niega a hablar de ellos. "Tengo otros proyectillos que no le he contado a nadie...ni te contaré a ti (Ríe). ¡Pero está padrísimo!" ¡Ni el pulque lo va a poder convencer de lo contrario!
Nos paramos para irnos, durante toda la plática y el par de veces que lo he visto con anterioridad, Bobby se refiere a todo mundo como "Mini" (diminutivo de "Mi Niño"...si, también el apodo de su bici). Antes de irnos me sacudo la duda de encima, "¿De dónde salió ese "Mi Niño"? lo cuestiono. "El 'Mi Niño' lleva ya un rato. Salió en un viaje a Colombia. Íbamos un grupo de amigos y en el viaje todo era, 'Mi niño esto, mi niño lo otro' y así salió como de la nada. Y cuando regresamos a mí se me pegó muchísimo." Ya estamos frente a una de sus famosas bicicletas, no la negra cromada, pero una anaranjada súper retro. Bobby se sube listo para irse, no llegó al gimnasio por culpa de la entrevista, pero se ve que se divirtió. Mientras comienza a pedalear por la calle de Tamaulipas, se voltea para despedirse, "¡Nos vemos, mi niño!"
Si quieres conocer más sobre Rock & Ruedas, puedes checar nuestro reportaje en la revista Quién de esta quincena, con Lucero en portada.