Desirée Navarro, una mamá fuera de serie

Su día es complicado, tiene que dividir su tiempo entre escribir textos, asistir a eventos sociales, editar una revista y mantener en orden su hogar, pero su exclusividad definitivamente la tienen sus hijos.

Valentina de 11 años y Alain de ocho, son sus dos grandes amores a quienes ha regalado su existencia la cual ha sido bien remunerada, pues a cambio recibe amor incondicional, ese que le da vida.

En el momento que miró por primera vez a su hijo mayor, cambió su nombre de Desirée a Madre y con él venían acompañados los apellidos: amiga, cómplice, confidente, heroína y líder.

¿Cómo cambió tu vida el convertirte en madre?

Pon risas y llanto, por favor. Cambió 360 grados, ya no nada más tenía que enfocarme en mí, tuve que pensar en las necesidades de mis hijos y en investigar cómo debía educarlos. Ellos son mi prioridad.

¿Qué representa en tu vida esta etapa?

Es lo más difícil que he hecho, pero sin duda alguna, es lo más hermoso que me ha pasado en la vida.

¿Desde cuándo deseabas ser madre?

Nunca (ríe). No deseaba ser mamá y llegó inesperadamente. El día que me dijeron que estaba embarazada casi aviento los platos, pero cuando los conocí me enamoré de ellos, fue amor a primera vista.

¿Cuál es el consejo que más atesoras de tu madre y que ahora aplicas con tus hijos?

Tener mucha paciencia, tolerancia y sacrificio.

¿Cómo te describes como mamá?

Soy súper divertida, se me ocurren más cosas a mí que a ellos, pero si tuviera que definirme en una palabra, sería barco (se le escapa una carcajada).

¿Con qué imagen te gustaría que tus hijos te recuerden en un futuro?

Los tres riéndonos y abrazándonos.

¿Cuál es la anécdota que más recuerdas haber vivido con tus hijos?

Siempre apoyando sus logros, con Valentina llorando de alegría cuando la aceptaron en la `Novicia Rebelde´, en el teatro Insurgentes; y con Alain, cada vez que me dice que soy la mamá más guapa del mundo, es muy cariñoso.

¿Cuál es el juego que más disfrutan juntos?

Muchas cosas como andar en bicicleta, escalar, esquiar, jugar gotcha, pintar cuadros, cocinar y viajar a cualquier lugar: Xochimilco, Puebla, Chiapas y lo más lejos que hemos ido es a Madrid y China. Somos súper aventureros.

A los tres les encanta conocer destinos nuevos, pero el viaje más importante que harán juntos es el de la vida, en el que deben permanecer unidos en tiempos buenos y malos.

Valentina y Alain siempre han escuchado a su madre y han preservado el amor familiar. A pesar de que son hombre y mujer, se cuidan, se respetan y se apoyan en todo momento. Los tres siguen el lema de los mosqueteros: "Uno para todos y todos para uno".