Giovanna Acha dice adiós a la soltería
¿Cuántas veces hemos escuchado o vivido historias de amor que comienzan con una amistad? Muchos mejores amigos terminan en el altar, este es el caso de Giovanna Acha Alemán, quien está a punto de vivir el día más feliz de su vida.
A menos de un mes de unir su vida con el estadounidense Jordan Lindsey, confiesa sentirse nerviosa, pero ansiosa de que llegue el día de su boda religiosa. Su matrimonio civil fue hace dos meses.
Luciendo un blusón chiapaneco, que a pesar de lo hermoso fue opacado por su gran sonrisa, llegó Giovanna a su despedida de soltera en casa de Betty Sámano.
Allí la esperaban sus mejores amigos y las organizadoras del festejo, entre ellas su hermana Martinique Acha, Debbie Wapinski, Mariana García Ramos, María Rojo de la Vega y Betty Sámano.
La reunión fue en la terraza, la cual estaba decorada con corazones rojos y en la piscina flotaban flores del mismo tono. Giovanna estaba encantada con su festejo, su felicidad no se puede ocultar.
Su historia de amor comenzó en abril del año pasado, en Medjugorje, un santuario mariano a donde llegó de voluntaria, junto con su hermana. Sólo iba un par de días, pero terminó quedándose seis meses.
En este sitio conoció a su futuro esposo, pero confiesa que al principio sólo eran amigos, que jamás imaginó enamorarse en ese momento porque ella estaba enfocada en ayudar y en estar bien consigo misma, pero cupido la sorprendió.
"Durante tres meses fuimos mejores amigos y después nos dimos cuenta que estábamos enamorados. ¿Qué me conquistó de él?, todo, su amor, su fe, su manera de vivir, su dedicación hacia los demás, su sentido del humor...", cuenta Giovanna, mientras su sonrisa escarlata se hace cada vez más grande.
Fue en la cena de Año Nuevo cuando Lindsey habló con el cantante, para pedirle la mano de su hija.
Giovanna recuerda que fue un momento muy emotivo y especial para toda la familia y que ella no podía parar de llorar de la emoción.
"Creo que desde chiquita toda mujer se hace ideas de su boda, pero esto sobrepasa mis expectativas. Estoy feliz, feliz, por mí me casaba mañana. Estoy muy agradecida porque Dios me lo está dando todo".
Después de casarse, ella y su ‘novio', como lo llama de cariño, se irán a vivir a San Diego, ciudad donde radica Lindsey.
"Desde siempre he estado acostumbrada a los cambios, radicar en otro país no será tan fuerte, claro que voy a extrañar a mi familia, pero vamos a venir de visita muy seguido", dice la feliz novia.
Giovanna asegura que está muy lista para jurarle amor eterno al hombre de su vida frente al altar.