Rosa María Oliver y su relación con Montserrat
María Oliver de Blanco vive en Monterrey, tiene 41 años y está casada con Agustín Blanco, con quien tiene cuatro hijos, Agustín de 10 años, Vivian de 7, Ferrán de 5 y Diego de 3.
Estudió Ciencias de la Comunicación y actualmente se dedica de tiempo completo al hogar. Antes de casarse trabajó un tiempo en una casa de bolsa, ABACO, en el área de imagen, y posteriormente en una agencia de publicidad, donde estaba encargada de una revista publicando reportajes sobre museos.
Muy alegre y con un súper carácter, como el de su hermana Montserrat, nos contó cómo se llevan.
"Súper bien, sabía que me ibas a preguntar eso y me dije: gracias a Dios no tengo otra hermana, porque no creo querer a alguien como la quiero a ella".
De familia solamente son Rosa María y Montserrat. Ambas hacen lo posible por verse seguido.
Además, Rosa María apoya a la conductora y le ayuda con su línea de ropa "Royal Closet".
"No es difícil tener una hermana famosa, más que eso, es muy gratificante, me llena de orgullo cuando me preguntan si soy hermana de Montserrat. Se ríen mis amigas por que según yo no nos parecemos porque la veo güera de ojos claros", platicó Rosa María.
También asegura que la relación entre ellas no ha cambiado por el hecho de que Montse sea famosa.
"Siempre ha sido una súper buena hermana. Gracias a eso ella procura venir más, todo mundo que la conoce sabe que es una mujer aterrizada y sencilla. Es muy familiar, le encanta estar con los suyos y cuando hay un evento familiar procura estar aquí por más eventos que tenga", confesó la guapa mamá.
Por obvias razones, la carrera de su hermana Montserrat tiene altas y bajas, y como figura pública está dispuesta a que saquen chismes de ella, Rosa María asegura que al principio sí le tomaba importancia pero ahora ya no.
"Al principio sí, pero el tiempo me ha ayudado muchísimo a entender que todos tienen sus puntos de vista. Como no estaba acostumbrada al medio pues si me molestaba, pero ahora ya no. No importa porque yo se cómo es mi hermana y me gusta cómo es", afirmó Rosa María.
"Antes era muy criticona con ella y la hablaba y le decía: ‘oye leí la nota y te la bañas', le daba más importancia a la persona que lo escribía y dejaba a un lado a la persona tan maravillosa que es mi hermana. Es tan buena hermana y tan buena hija que cuando va a salir algo desaprobable para la familia, nos habla de inmediato porque toda mi familia es muy conservadora", agregó.
Iguales de físico y diferentes de carácter, Rosa María cuenta que no es igual de extrema que Montserrat, asegura ser un poco más precavida, pero al igual que su hermana le gustan los deportes outdoors y se avienta en paracaídas.
Sin embargo, no le gustan los animales tanto como a ella, y no es tan aventada en comer cosas raras.
Asegura que es excelente tía y a cada uno de sus sobrinos les da el tiempo y espacio merecido.
"Yo creo que a todos los quiere por igual. Con todos tiene muy bonitos detalles. Por ejemplo: a Vivian que es la única niña la invitó a un viaje increíble, ella moría por ir a Los Ángeles para conocer la tienda de American Doll Girl y la llevó. Con Diego es muy curioso porque es increíblemente parecido a Montserrat cuando ella era chiquita y con Ferrán también lo quiere mucho por que es muy cariñoso, muy afectuoso y Agustín es el ahijado", platicó la orgullosa hermana.
Rosa María mostró su encanto en el shooting y su buena relación con sus hijos. De familia, se notó su diversión con sus hijos y su buena vibra con las personas.
"Lo más padre de tenerla como hermana es que ella siempre ha sido la fuerte de carácter. Yo me considero débil a su lado, a pesar de que las dos nos vemos súper entronas, sin embargo, siempre me impulsaba y me decía : ‘Ándale, sí se puede, ándale vas, no tengas pena'. Lo que más le agradezco es que me dice que puedo hacer las cosas. Siempre me ha ayudado a sentirme valiosa", finalizó.