La fallecida princesa Diana(Getty Images/Getty Images)
Miriam García
Entre las historias que giran alrededor del siempre polémico Donald Trump, hay una que destaca: su fallido intento por conquistar a la princesa Diana de Gales.
Aunque pareciera una leyenda urbana, la realidad es que es un hecho que el hoy presidente de Estados Unidos la cortejó y falló en el intento. En la década de los noventa, poco después de su escandaloso divorcio del príncipe Carlos, Diana era, sin duda, la mujer más famosa —y perseguida— del mundo. Su elegancia y carisma la convirtieron en el sueño imposible de millones. Entre ellos, el millonario empresario Donald Trump.
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Según varios reportes confirmados por medios como The Times y The Guardian, Trump no solo se decía fascinado por la princesa, sino que llegó a decir públicamente que ella era su "tipo ideal" y que si hubiera tenido la oportunidad, “hubiera hecho de ella una mujer muy feliz”.
El intento fallido de Trump por conquistar a la princesa Diana
Donald Trump convivió con Diana brevemente en dos ocasiones: una en 1995, durante una cena de gala en Nueva York, y otra en el partido benéfico del Goldsmiths Hall, en Londres. Aunque los saludos fueron cordiales, no pasó de eso. Pero él quedó flechado por ella.
¿Te imaginas que hubieran sido novios?
Trump hizo un primer intento por conquistarla en el encuentro de Nueva York: Según los medios británicos,le ofreció una membresía gratis de su club de golf en Florida, la cual Lady Di rechazó enseguida.
El acoso de Donald Trump a la princesa Diana
Sin embargo, la obsesión de Trump por la royal fue tal que después de su trágica muerte en 1997, él escribió sobre ella en su libro The Art of the Comeback. Ahí la describió como “una mujer de clase, belleza y encanto”, y confesó que le hubiera encantado tener una cita con ella. Pero lo más comentado vino años después, en entrevistas de radio que dieron mucho de qué hablar.
En el programa de Howard Stern, un espacio conocido por sus preguntas polémicas y cero filtros, Trump no tuvo reparo en afirmar que “habría tenido sexo con ella sin pensarlo”. Incluso bromeó con un “me habría hecho exámenes médicos primero, claro”, comentario que fue considerado de mal gusto por muchos, sobre todo por el contexto de la muerte de Diana y su lucha constante por mantener su dignidad ante los medios.
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Pero eso no fue todo. Se supo que, después del divorcio de la princesa, Trump le enviaba constantemente ramos de flores. Diana, según una entrevista de su amiga y periodista Selina Scott, se sentía incómoda por el excesivo gesto del magnate.
“Trump la asediaba. Le enviaba flores de forma agresiva, como si quisiera conquistarla a la fuerza. Diana me dijo que le parecía espeluznante”, escribió Scott en una columna para The Sunday Times.
Princesa Diana(Express/Getty Images)
"A medida que las rosas y las orquídeas se amontonaban en su departamento, ella se preocupaba cada vez más por lo que debía hacer y empezaba a sentir que Trump la estaba acosando", detalló su amiga.
A pesar de su insistencia, nunca hubo evidencia de que Diana hubiera mostrado el más mínimo interés en Trump. Ni una cena, ni una llamada, ni un gesto.