Este fin de semana, el príncipe Harry y Meghan Markle disiparon los recientes rumores de divorcio que surgieron en medios británicos en días pasados, mientras los duques de Sussex cambian de estrategia para salir adelante de una crisis profesional que ya les costó muy caro.
De esta forma, el hijo menor de Carlos III y su esposa, fueron vistos juntos, muy sonrientes y tomados de la mano en Santa Bárbara, California.
Los duques salían de un edificio de oficinas el viernes en compañía de un guardaespaldas cuando fueron captados por los paparazzi. Su actitud relajada contrastaba con los preocupantes tropiezos que han experimentado en las últimas semanas, luego de perder un contrato millonario con Spotify y de que Netflix les pusiera un ultimátum para que mejoraran el nivel de sus propuestas para generar nuevas producciones originales.
Pero, sobre todo, su más reciente aparición en público descartaría las versiones periodísticas surgidas en Inglaterra que apuntarían a una grave crisis matrimonial entre Harry y Meghan, lo que en pocas palabras se traduciría como un inminente divorcio.
Sin importar que el príncipe Harry y Meghan Markle recurrieron –incluso– a decir que la muerte de la Reina Isabel II, entre otros factores, influyó de manera negativa para que sus proyectos profesionales como generadores de contenido no tuvieran los resultados esperados, el viernes pasado, la pareja fue vista de lo más relajada en California, con lo que quedó en claro que, más allá de la real crisis creativa y profesional que enfrentan (tras su “divorcio” de Spotify, un ejecutivo de la compañía los calificó de “estafadores” ), en lo personal se encontrarían de maravilla y no habría que temer por una crisis que derivara en un divorcio.
Prince Harry and Meghan Markle hold hands and share a laugh and joke together in Santa Barbara https://t.co/H0APLqjewR pic.twitter.com/30pAzhwAbZ
— Daily Mail Online (@MailOnline) July 3, 2023
Lo cierto es que los medios británicos, especialistas en analizar e interpretar todos los signos (o ausencia de los mismos) en cada uno de los movimientos de los miembros de la Familia Real, no pasaron por alto que Harry y Meghan no celebraron (al menos no de manera pública) su quinto aniversario de bodas, el 19 de mayo pasado. Esto fue interpretado como señal de que las cosas van mal entre ellos, a tal grado que The Telegraph publicó que su relación se estaba deteriorando, según da a conocer la versión en inglés de Marca.
Un maquillista que conoce a Meghan Markle y estaría al corriente de la situación entre los duques de Sussex aseguró al periódico que aunque Harry ya se estableció en California con su esposa y sus hijos, los príncipes Archie y Lilibet, en realidad extraña su país.
El periodista Tom Bower, experto en gobernantes, millonarios, la Familia Real y quien es autor del libro no autorizado Revenge: Meghan, Harry and The War between the Windsors, aseguró que “comenzaron a vivir vidas separadas y que Meghan se está cansando de Harry”.
Bower dijo que los problemas profesionales y financieros ya afectaron la relación de Harry y Meghan y que el hijo menor de Carlos III ya tiene un lugar donde se mudaría en caso de separarse de su esposa.
Otras versiones indican que el príncipe Harry ya vive lejos de Meghan y sus hijos, en un hotel que se encuentra a dos horas de la casa donde vive su familia, además de que la duquesa de Sussex estaría exigiendo la cantidad de 80 millones de dólares para firmar el divorcio, así como obtener la custodia completa de sus hijos. Sin embargo ninguna de estas afirmaciones ha sido desmentida o verificada por los duques ni por un medio oficial de la Corona.
Tom Bower dijo en una reciente entrevista que los planes de Meghan Markle son oscuros e incluso se atrevió a señalar que la duquesa de Sussex, quien huyó junto a su familia al continente americano para asegurar su privacidad, fue quien le avisó a los paparazzi dónde podían localizarla después de unos cuantos días de haberse instalado en California. Además, de que utiliza al príncipe Harry como su marioneta para conseguir sus objetivos, aunque éstos no son del todo claros, pero han estado marcados por una tendencia a victimizarse, tergiversar los hechos y generar suspicacias en torno a la Familia Real británica.
