La empresa familiar que convirtió en millonarios a los papás de Kate Middleton se declaró en quiebra en mayo pasado, y ahora se revela que tiene una deuda que supera los 3 millones de dólares, de acuerdo con un informe de especialistas británicos enfocados a la insolvencia de empresas.
Tras declarase en quiebra, papás de Kate Middleton dejan millonaria deuda
La empresa que Carol y Michael Middleton fundaron acumula más de tres millones de dólares en deudas.
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Papás de Kate Middleton dejan millonaria deuda de su empresa en quiebra
En la deuda que acumula la empresa Party Pieces, negocio que se dedicaba a la venta de artículos de fiesta y que fue fundada por Carole y Michael Middleton en 1987, hay conceptos por más de medio millón de dólares en impuestos.
Tras la pandemia por el covid-19, los ingresos del negocio familiar se vieron muy afectados como otros miles en el mundo y en enero de este año, los proveedores a los cuales la empresa les debía dinero, amenazaron con emprender acciones legales para exigir su pago.
Posteriormente, en mayo de este año, Party Pieces fue vendida en un acuerdo de rescate al empresario británico James Sinclair, famoso por su negocio de helados.
Hasta el momento se desconoce el monto por el cual el negocio de los suegros del príncipe William fue vendido.
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Así empezó el negocio familiar de los papás de Kate Middleton
Carole Middleton, quien actualmente tiene 68 años, lanzó el negocio en 1987 tras buscar ideas para el quinto cumpleaños de su hija.
El negocio comenzó con envíos a domicilio a través del correo y poco a poco fue ganando mercado y creciendo al grado de que Carole y Michael pudieron pagar las tres universidades de sus hijos; Kate, Pippa y James en las escuelas más prestigiosas de Reino Unido.
Se sabe que desde antes de la pandemia, el negocio familiar ya tenía problemas económicos, sin embargo, una vez que las restricciones por la emergencia sanitaria alcanzaron a todo el mundo, Party Pieces vivió los efectos de forma devastadora.
En su momento, cuando Kate era estudiante y mucho antes de conocer al príncipe William, trabajó para la empresa familiar como diseñadora de la página web y como fotógrafa, una de sus grandes pasiones.
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