Los looks de la realeza en la boda del príncipe Hussein y Rajwa al Saif

Kate eligió un diseño en palo de rosa, que forma parte de la colección Otoño/Invierno 2017 de Saab, es una elección entrada en años, pero nueva en el guardarropa de la princesa de Gales. La confección está hecha a partir de bordados en la zona superior de la prenda, con cuello de encaje y mangas plisadas, que culminan como en una farola.

Para su estilismo, Middleton quiso dejar su melena suelta en ondas, ya que por indicación de la Casa Real Hachemí no pudo utilizar ninguna tiara; aunque sí usó unos maxipendientes que llevó por primera vez en 2011. Como es su costumbre se convirtió en una de las mejores vestidas de la boda real.

El origen del vestido rosa de la reina emérita Sofía

La reina emérita Sofía, al lado del rey emérito Juan Carlos I, fueron los encargados de representar a la Casa Real de Borbón, ya que por su agenda el rey Felipe VI no podía acudir ni tampoco la reina Letizia y por su edad, sus papás tampoco dejaron ir a la princesa de Asturias, Leonor.

Para esta importante cita, la emérita echo mano del fondo de su clóset y recicló uno de sus favoritos, un vestido palo de rosa de Valentino, que tiene cuerpo de joya, aderezado de volantes.

Sofía lo estrenó cuando todavía era reina de los españoles por lo que la prenda tiene 20 años a su lado; la figura de la emérita sigue regia.

Fue en 2004 cuando lució el diseño italiano por primera vez en una cena en el Palacio Real de Madrid que ofrecieron para el presidente de Perú, Alejandro Toledo, ese día llevó su tiara Mellerio, que hoy no pudo usar por la disposición de los Hachemís.

Dos años después lo volvió a llevar, pero ahora en Estocolmo, para la celebración por el 60 cumpleaños del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia. El vestido está salpicado de pedrería y detalles en su parte superior, que hoy doña Sofía combinó con una gargantilla de zafiros y diamantes y unos pendientes a juego, que también utiliza la reina Letizia.

De su joyero sacó también el broche galo Sterlé, que está confeccionado en oro amarrillo, con el protagonismo de un zafiro de talla cabujón al centro y pequeños diamantes y turquesas alrededor, que fue un regalo del general Francisco Franco, el día de su boda con don Juan Carlos.

El estilismo de Élisabeth, princesa heredera de Bélgica

Para este día tan especial y como represente de Bélgica, su mamá la reina Matilde no pudo ir, sin embargo, la duquesa de Brabante, Élisabeth Thérèse Marie Hélène, sorprendió con un estilismo en un tono estridente: el fucsia. Fue con un vestido elegante de capa firmado por Essentiel Antwerp.

La confección fue hecha a partir de un tejido fluido y de grosor ligero, el color muy in en 2022, gracias a Valentino, no desentonó para nada. La prenda tiene un cuello tipo caja, y de los hombros salió una especie de capa. El patrón, de líneas depuradas, mostró un estilo sencillo y minimalista.

La silueta era recta, con la falda larga en un ruedo ligeramente evasé, la elección recuerda a algunas que ha hecho Kate Middleton en el pasado. Para sus accesorios usó un clutch de raso en un tono aún más intenso fresa, también llevo unos pendientes largos de pedrería.

Las royals multicolores en la boda real de Jordania

Para este día tan importante para la Casa Real Hachemita, otra que brilló, con un estilo más sobrio, pero espectacular, fue Máxima de Holanda, con una prenda ligera, estilo boho, la fluidez del tejido le daba un aire romántico en la sobrecapa y su estampado floral fue muy atinado. El diseño es de Luisa Beccaria.

El protagonismo de su escote en pico, le permitió lucir un collar muy sofisticado. El tono de la prenda azul combinó con su clutch en forma de concha en un tono más oscuro, que le dio el toque de originalidad.

El protagonismo de las princesas herederas fue total en la boda real de Amán, por lo que Mary de Dinamarca optó por un look de tintes violáceos, con un lila pastel en su estampado floral sobre su vestido largo blanco, firmado por Erdem, el cual tiene una buena caída y cinturón de lazó en lila. Ya lo había llevado en el 2019.

Por su parte otra heredera, Victoria de Suecia optó por un maxi vestido de By Malina, en un blanco roto satinado, también de estampado floral (la tendencia en toda la boda) multicolor.

Las mangas eran abullonadas y de puños; el escote era redondo y cerrado y la prenda se ceñía a su cintura. Usó una bolsa estilo caja en tono cobre, muy protocolario.

Finalmente y aunque no es royal, Jill Biden hizo un excelente papel como representante de EE.UU., en su carácter de primera dama, mientras en casa su esposo Joe sufrió una aparatosa caída.

Jill utilizó un vestido largo de corte recto, entre lila y gris, con manga francesa y escote de lágrima bordado con pedrería, en un guiño a los países árabes.