Así fue como la reina Camila se ganó a Kate Middleton y la hizo su 'mejor amiga'
Su Majestad fue de gran guía para la actual princesa de Gales para que asumiera todas sus deberes reales y, en su momento, lo fue para la princesa Diana.
Si alguien conoce de primera mano lo que significa ser rechazado por los miembros más importantes de la Casa Real de Windsor esa es la actual reina Camila, quien en su juventud, a pesar de que tenía claro que quería casarse con el hoy rey Carlos III, ni la reina Isabel II ni el duque de Edimburgo pensaron que fuera buena idea y no lo permitieron.
Por eso cuando las cosas cambiaron y Camila se ganó incluso el apoyo de su difunta Majestad, Isabel II, y logró que ella aceptara que se podía casar con Carlos III y después que lanzara un decreto en el que pidió a los británicos que la aceptaran como su reina, se tomó muy en serio apoyar a las nuevas jóvenes que se sumaron a la Casa Real de Windsor.
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Kate Middleton es la protegida de la reina Camila
Si con Meghan Markle la guía no resultó como se esperaba y al final ella y Harry abandonaron la Casa Real de Windsor, con la actual princesa de Gales, Catherine, las cosas fueron diferentes y se convirtieron en las mejores aliadas e incluso son muy cercanas. Middleton recibió todos los consejos posibles de Su Majestad para afrontar sus responsabilidades como futura reina.
Para ambas mujeres su cercana relación ha sido un ganar, mientras que Camila convirtió a Kate en su protégée, la aceptación de Middleton entre el pueblo británico se ha extendido a la reina y como Quién pudo constatar en su reciente visita a Londres, Su Majestad es apreciada como un asset valioso para la monarquía.
Incluso antes del matrimonio de Kate con William, Camila le había ofrecido orientación sobre qué hacer y qué no hacer en la realeza y le compartió detalles de sus esteticistas favoritos. Dos meses antes de la boda real de la princesa,en 2011, la reina la invitó a un almuerzo en el Hotel Berkeley en Knightsbridge con su hija, Laura, y con Pippa Middleton.
Durante esa reunión, como reportó The Daily Mail, para el resto de los comensales quedó claro que las dos mujeres son aliadas cuando escucharon a la reina decirle a la princesa: "Si puedo darte un consejo…" mientras discutían los detalles de la boda. De acuerdo con el testigo, todas la chicas se veían muy cómodas y no intentaron estar apartadas del resto de la gente.
"Hubo un momento que claramente pretendía ser divertido cuando Kate dijo '¿Qué pasa si William no aparece?'", contó alguien presente. Ese no fue el único momento previo a la boda que Camila apoyó a Middleton, también sugirió que su propia manicurista, Marina Sandoval de la peluquería Jo Hansford en Mayfair, le diera a Kate una 'manicura exclusiva' de 36 libras antes del evento.
Gracias a Camila, la princesa no llevó flores como tocado el día de su boda, sino la tiara Cartier Halo, más apropiada. Le dio a Kate un regalo de bodas muy personal, un brazalete de oro con un pequeño disco grabado con las iniciales de Catherine y de ella. El brazalete tiene dos grandes 'C' debajo de una corona con la de Camila rodeada por un círculo. La reina tiene una joya similar que no se quita.
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Kate no estaba acostumbrada a las reglas y el protocolo que conlleva ser parte de la Familia Real porque lo que se habría sentido como una completa extraña al entorno de no haber sido apoyada por Camila. Otra ayuda enorme que la reina le ofreció a la princesa fue saber cómo lidiar con el asedio de la prensa.
Después de la boda de Middleton con William, Camila continuó aconsejando a Kate y la ayudó a lidiar con los miembros más difíciles de la Casa Real de Windsor como la princesa real Ana y le enseñó, por ejemplo, a concentrarse en los rostros de los camarógrafos que reconocía para que pareciera más cómoda en las fotografías.
Cuando Kate se convirtió en la cabeza del Palacio de Kensington, Camila estuvo disponible para ayudarla, advirtiéndole que la pareja necesitaría un personal mínimo de mayordomo, ama de llaves, vestidor de damas, ayuda de cámara, cocinero, chófer y varios otros trabajadores. La princesa también recibió ayuda con sus labores filantrópicas.
Camila fue un apoyo para la princesa Diana
La imagen de Camila sentada a comer con Kate, una futura princesa, a unos días de su boda tiene un eco de un almuerzo anterior organizado, 30 años antes, por la actual reina con la futura esposa de Carlos, la jovencísima Diana Spencer.
La invitación, firmada con un "Mucho amor, Camila", fue en ese instante un alivio para Diana, que acababa de dejar el departamento que compartía con tres amigas para mudarse a Clarence House. El objetivo era hacerla sentir cómoda. Algo que sostiene la teoría de que si Lady Di estuviera viva y hubiese ocurrido el divorcio, hoy en día las dos mujeres serían amigas.