Está muy claro que en los eventos de la Familia Real británica, uno de los indicativos de quién es quién en la Casa Real de Windsor se manifiesta en el lugar en el que te toca sentarte. La Coronación del rey Carlos III fue el mejor ejemplo, poniendo al príncipe Harry hasta la tercera fila en la Abadía de Westminster.
Al hijo menor del rey lo acompañaron en esa misma hilera el príncipe caído en desgracia, Andrés —tras estar involucrado en el escándalo sexual de Jeffrey Epstein—, y las hijas de éste, la princesas Beatriz y Eugenia, quienes son muy queridas, pero no pueden dejar de lado que su papá ya no es parte de los miembros senior de los royals.