Una vez más el príncipe Harry y Meghan Markle se adueñaron de los titulares, sin embargo, la empatía que en un principio se pudo experimentar con la visión que la ex royal couple ofreció de una "persecución casi catastrófica", terminó al salir declaraciones que los hicieron ver como "exagerados".
Un recuerdo instantáneo a la tragedia de Diana de Gales
Tras recibir un comunicado en el que el publirrelacionista de los duques de Sussex planteó un escenario de grave invasión a la intimidad del príncipe y la ex actriz en un espacio público, las imágenes de aquel fatídico 31 de agosto de 1997 en el Pont de l'Alma en París revivieron en el ideario de prensa, público y hasta funcionarios.
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El alcalde de Nueva York, Eric Adams, hizo eco a la trágica muerte de la princesa Diana de Gales, a los 36 años, un suceso que marcó de manera definitiva la vida de Harry, y que quizá lo llevó a sufrir de un pánico que hizo que su interpretación de la situación fuera un tanto desproporcionada.
Ahí está el gran problema con los duques de Sussex, y en el lanzamiento de la docuserie Harry & Meghan de la plataforma Netflix, se pudo apreciar que los ex royals tienden a ofrecer comentarios o interpretaciones que luego ellos mismos cambian a conveniencia, en suma su imagen pública es una constante de contradicciones.
El hecho de que la policía de Nueva York tuviera que salier a desmentir la gravedad de la persecución hace pensar que aquí hubo una posible intención de acercar más la vida de Meghan y Harry a la de Lady Di, que otra vez no salió bien; la lección no fue aprendida cuando Markle insinuó que, así como su suegra, ella también pensó en el suicidio mientras era royal.
Muchos otros momentos en la pantalla o en la autobiografía Spare dejan notar que los Sussex tienen la idea de que la mayor carta de aceptación que poseen, su conexión con Diana puede ser usada sin contemplaciones, pero ahora también les podría quedar claro que sí hay consecuencias.
La exigencia de los Sussex a Backgrid
En medio del conflicto del príncipe Harry y Meghan con los principales tabloides de Reino Unido, precisamente por temas de escuchas telefónicas y acoso, la pareja se da cuenta que en su lugar feliz: EE.UU., los paparazzi tienen el mismo modus operandi, seguramente un shock para Harry.
El hijo del rey Carlos III se está enfrentando al Ministerio del Interior del Reino Unido que no le permitió pagar seguridad de la policía británica para que lo cuide en Estados Unidos, y ahora pasa esto, situación que lo enfrenta con una agencia fotográfica que ya dio su versión de los hechos.
Backgridrespondió contundente a lo dicho por los duques de Sussex al exponer que sus paparazzi independientes que siguieron a la pareja el martes por la noche no fueron "altamente agresivos" y no causaron una colisión cercana. Esto después de que el equipo legal de la pareja les envió una carta.
Los abogados de la royal couple alegaron que necesitan las imágenes de la agencia sobre la "persecución" para reforzar su propia seguridad.
"Por la presente exigimos que Backgrid nos proporcione copias de inmediato de todas las fotos, videos y/o películas tomadas anoche por los fotógrafos independientes", se lee.
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Backgrid le responde a los duques de Sussex
La comunicación fue muy clara de que desean obtener el material tomado "después de que la pareja se fue del evento y durante las próximas horas". El abogado de Backgrid rechazó la exigencia de los Sussex y a su vez también les envió una carta explicando las razones.
"En Estados Unidos, como estoy seguro que saben, la propiedad pertenece al dueño de ésta: los terceros no pueden simplemente exigir que se les entregue, como tal vez los reyes pueden hacer", se expresa, en un claro comparativo con lo que supuestamente sucede en Reino Unido cuando se compromete a la Familia Real en algún escándalo.
El abogado agregó: "Tal vez debería sentarse con su cliente y decirle que sus reglas inglesas de prerrogativa real para exigir que la ciudadanía entregue sus propiedades a la Corona fueron rechazadas por este país hace mucho tiempo. Apoyamos a nuestros padres fundadores".
Luego de que se manejó que eran 12 fotógrafos lo que comenzaron a seguir a Meghan y Harry, la agencia hizo una precisión que coincidiría con la versión fina del PR de la pareja de que los momentos más álgidos de toda "la persecución" fue protagonizada por cuatro paparazzi.
Backgrid aseguró que tenían cuatro fotógrafos, tres en automóviles y uno en una bicicleta, y agregó que "no tenían intención de causar angustia o daño, ya que su única herramienta eran sus cámaras". Al final, no existe una base legal para que Backgrid entregue sus imágenes.
Hasta el momento no se ha presentado ninguna demanda que requiera que la agencia entregue los documentos, aunque la exigencia fue hecha a través de la carta. Hoy queda analizar hasta dónde se puede llegar con tal de obtener la mejor foto o nota, pero también la urgencia de los Sussex en cambiar su imagen pública.
Lo que comenzó con la entrega de un premio para Meghan por su activismo en favor de la mujeres, terminó como un escándalo que les seguirá cobrando la empatía de las personas.
Durante un viaje de Quién a Londres, se constató que los británicos poco los aceptan y ahora están poniendo en juego su credibilidad en EE.UU. ¿quizá sea hora de cambiar?