Una fiesta muy mojada en The Mall del Palacio de Buckingham
Tras la Coronación del rey Carlos III y la reina Camila, británicos y extranjeros convivieron en la explanada que convirtieron en una romería bajo la lluvia.
La jornada empezó, para algunos, hasta dos días antes (algo inusitado), cuando acamparon primero a las puertas del Palacio de Buckingham y después tras unas altas vallas verdes que se colocaron al final de The Mall. Para otros la acción arrancó desde las 05:30 a. m. que llegaron a la residencia oficial real.
Londres no se paralizó en ningún momento, es decir, a pesar de los "ríos" interminables de gente que tenían como objetivo llegar al centro de la ciudad, la red de transporte no colapsó. La forma más cómoda de trasladarse fue el London Tube (metro), pero hubo también quien llegó en bus, otros en taxis y en bicicleta para celebrar a Carlos III y Camila.
Publicidad
Orden desde la llegada al Palacio de Buckigham
Los british confían en su sistema de transportación que es muy práctico y que, aunque al principio para algún turista puede ser desafiante por las instrucciones a seguir y tomar el tren incorrecto de los varios que se mueven en la misma línea, al cabo de unos días ya se puede ser experto por la conectividad que ofrece.
Una vez afuera, se tenía que hacer un recorrido para llegar al Palacio de Buckingham, por St. James's Park, ya que la avenida principal estaba cerrada para el acceso en coche o peatonal, pero durante el recorrido se comenzaron a hacer las amistades que luego se concretarían al pasarse correos, IG o números, tras el final de la verbena en The Mall.
Luego de una intensa jornada en la que el común denominador fue el respeto, aunque de pronto los ánimos subían cuando alguien no quería bajar su sombrilla, cerrar su silla plegable o avanzar un poco más al frente de la valla para que otros estuvieran más cerca, lo cierto es que el día estuvo más lleno de camaradería que conflictos.
La emoción unió a todos cuando con puntualidad británica la procesión del rey Carlos III y la reina Camila comenzó a las 10:20 a. m. (hora local) , ya para entonces la larga espera había obligado a que dos mujeres fueran sacadas de entre la multitud porque se sintieron mal.
Los miembros más importantes de la Familia Real salieron a saludar a los miles reunidos en The Mall.(Eduardo Gutiérrez Segura)
Rápidamente todos lograron abrir espacio para que las autoridades y los paramédicos hicieran su trabajo. Al momento de las salvas y las campanadas que indicaron que el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte ya tiene a su rey y reina ungidos todo fue felicidad.
Se abrieron botellas de vino, de champán y los niños tomaron jugo o agua, no importaba que no trajeras nada, la gente se compartió lo mismo bebida, comida, dulces, stickers de la bandera azul, blanca y roja, así como paraguas cuando la lluvia cayó y que sólo paró para que los royals regresaran a The Mall y salieran al balcón del Palacio de Buckingham.
La gente nunca perdió el ánimo, a pesar de que llovió las ocho horas que duró la logística de la Coronación.(Eduardo Gutiérrez Segura)
Publicidad
Una Coronación llena de emociones
Los momentos más intensos fueron tras las largas horas, lo mismo el comienzo como el final de la procesión; la cercanía, primero del The Diamond Jubilee State Coach, y luego del State Coach, así como ver a Kate, Charlotte, William, Louis y George, el futuro de la Casa Real de Wndsor, provocó euforia.
Pero lo mejor estaba reservado para el final, mientras los miles caminaban para estar al principio de The Mall para ver el saludo del rey Carlos y la reina Camila, así como el del resto de los royals seniors, comenzó el espectáculo aéreo, primero con helicópteros y luego con el flypast de la Royal Air Force.
Tras grabar y emocionarse con el momento épico, comenzó la fiesta en la explanada, a nadie le importó que la lluvia siguiera cayendo a chorros, todos se intercambiaban fotos vía airdrop, pasándose sus WhatsApp o, claro, a través de Insta; sin importarles nada, varios utilizaron sus sillas plegables, sacaron la champaña y brindaron felices.
Los looks de algunos eran llamativos y no se podía evitar pedir la selfie; las banderas de la comunidad LGBTQ+, las de la Commonwealth, así como las de Irlanda e incluso de los iraníes que hicieron un enorme cartel para felicitar a Sus MajestadesCarlos III y Camila se hicieron una en el festejo, todos bajo el lema inmortal: "Long Live the King!".
