A menos de un mes de la coronación del rey Carlos III, llega una fecha sumamente sensible; el que fuera cumpleaños de la reina Isabel II , el primero que se celebra sin ella.
Elizabeth Alexandra Mary nació el 21 de abril de 1926, fue la primogénita del príncipe Jorge y su esposa Elizabeth, los duques de York. Creció en Sandringham la residencia en el campo que sus papás tenían, su infancia fue muy feliz junto a su hermana la princesa Margarita, su mejor amiga y confidente.
A lo largo de su vida, la reina Isabel se dedicó a servir a Inglaterra, a ser un símbolo de unidad, batió récords, rompió con esquemas y se convirtió en un icono de la cultura popular a nivel mundial. La mujer más importante del siglo XX, hoy hubiera cumplido 97 años, para recordarla, estos son algunos de los eventos más importantes de su larga vida.
Isabel tenía apenas 10 años cuando su vida tuvo un giro inesperado: de ser un miembro más de la familia real británica a convertirse en la heredera al trono.
El mundo entero fue testigo cómo el rumbo de la Casa Windsor cambió, el rey Eduardo VIII abdicó a la corona para casarse con Wallis Simpson, el amor de su vida, y entonces Jorge VI subió al trono, el padre de Isabel jamás se había planteado siquiera la posibilidad de convertirse en monarca y con este hecho que además marcó la historia de Reino Unido, el destino de Isabel fue uno muy distinto al que todos hubieran imaginado.
El día de la coronación, Isabel salió al balcón junto con sus padres, sin saber que desde ese instante se convertiría en el futuro de los británicos y un símbolo de unión y esperanza.
La princesa Isabel coincidió con el príncipe Felipe cuando eran niños, ya que eran primos lejanos; sin embargo, no fue hasta 1939 que surgió el flechazo, al menos por parte de la princesa, quien cuando vio aquel joven griego, rubio, alto y de ojos azules no pudo evitar enamorarse de él.
Durante mucho tiempo Isabel le escribió cartas a Felipe, fue cuando éste se encontraba en la guerra en combate. Los biógrafos de la reina cuentan cómo la reina mantenía a través de las cartas la ilusión de volver a verlo y que jamás pensó en la posibilidad de otro pretendiente.
Durante la guerra, Isabel hizo su contribución a la causa entrando al servicio militar, se desempeñó como mecánica y portó con gran orgullo su uniforme. Esos años que fueron difíciles para Europa fueron muy importantes para la futura reina, ya que aprendió de liderazgo, convivió con chicas de su edad con las que hizo un gran equipo de trabajo, cuando la guerra llegó a su fin, celebró junto a los británicos, salió a festejar a las calles, quiso sentirse como una ciudadana más.
Uno de los momentos más icónicos de la vida de la reina fue su 21 cumpleaños, la reina que en ese momento se encontraba en Sudáfrica dio un discurso que continúa siendo icónico donde entre muchas cosas dijo firmemente "Declaro ante todos ustedes que toda mi vida, ya sea larga o corta, estará dedicada a su servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos." Uno de los mensajes más recordados en el mundo entero.
En el verano de 1947, el palacio de Buckingham anunció el compromiso de la princesa Isabel con el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, quien tomó después el apellido Mountbatten.
El Reino Unido pasaba una posguerra muy difícil y esta boda devolvió la alegría a los ingleses. La boda se llevó a cabo el 21 de noviembre de 1947, en la Abadía de Westminster, fue un evento muy esperado, pues era la primera boda real en muchos años. La pareja representaba el futuro de la monarquía.
La novia vistió un modelo de Norman Hartnell y portó la tiara fringe que le obsequió su abuela, la reina Mary de Teck.
Cabe mencionar el príncipe le propuso matrimonio en el Castillo de Balmoral con un anillo de brillantes que mandó hacer con brillantes que pertenecieron a su madre, la princesa Alice de Battenberg.
Isabel se convirtió en madre, el 14 de noviembre de 1948, con el nacimiento del ahora rey Carlos III, después llegaron Ana, en 1950, Andrés en 1960 y Eduardo en 1964.
La reina tuvo que vivir su maternidad a la par que realizaba su labor como reina, fue en ocasiones una madre ausente, vivía para servir al pueblo y eso le exigía pasar mucho tiempo lejos de sus hijos. Fue una mujer que les enseñó a sus hijos de ese deber hacia la corona, les dio muchas responsabilidades.
Con los años la reina logró establecer una buena relación con sus cuatro hijos, y también disfrutó de los hijos de sus hijos.
Isabel estaba en Kenya cuando el 6 de febrero de 1952 falleció su padre y automáticamente se convirtió en monarca.
La reina llegó a Londres siendo recibida por los británicos como su nueva soberana, fueron meses difíciles y aunque contó con el apoyo de Winston Churchill, fue una transición diferente y al final fue el reinado más longevo de la historia de Inglaterra.
El verano de 2012, Londres fue sede de los Juegos Olímpicos, a un evento de esa magnitud no podía faltar su majestad y para hacer su entrada triunfal, recurrió la mismísimo agente 0007, James Bond.
El cameo de la reina se viralizó a la fecha, es uno de los favoritos de miles de personas, el propio Daniel Craig expresó su agradecimiento por haber compartido pantalla con la mujer más famosa del mundo.
En abril de 2021, el príncipe Felipe, esposo de la reina, falleció a los 99 años, quizás el momento más triste para la reina, quien tuvo que despedirse de su compañero en plena pandemia.
Isabel y Felipe estuvieron casados más de 70 años, formaban un gran equipo, fue un matrimonio que, a pesar de rumores e historias, continuó unido por el bien de su familia y de Inglaterra.
Al morir Felipe, Isabel perdió a la persona que mejor la conoció y que a la acompañó tres pasos detrás durante toda una vida.
