El príncipe Harry se rompió la nariz un par de ocasiones jugando al rugby en la escuela, donde aseguró haber sido acosado o, en otras palabras, ser víctima de bullying. El duque de Sussex, de 38 años de edad, habló sobre su trauma en Eton como parte de su entrevista en vivo de 90 minutos transmitida este sábado con el llamado experto en trauma tóxico, el Dr. Gabor Maté, de 79 años, al tiempo que también habló sobre su herida por lo supuestos problemas de intimidad de su familia.
“¡Me rompieron la nariz un par de veces!”: Harry revela que sufrió bullying
En la charla que el príncipe y el Dr. Maté tuvieron, y para la cual se vendieron accesos a un precio de 19 libras, Harry reveló:
“Yo era un buen candidato para el equipo de rugby. Me molestaron mucho, me empujaron contra postes de rugby y me rompieron la nariz un par de veces”.
Harry pide a papás no discutir frente a sus hijos
El duque de Sussex, quien actualmente tiene 38 años de edad, también dijo que luchó por encontrar su 'yo auténtico' mientras crecía, y dijo: “Me sentí un poco diferente al resto de mi familia. Me sentí extraño al estar en este contenedor, y sé que mi madre sintió lo mismo, así que tiene sentido para mí”.
¿Cae en más contradicciones?
Agregó que sentía que era vital que los padres no discutieran frente a sus hijos, pero dijo que sólo puede asumir que fue testigo de cómo su padre, el rey Carlos III y su difunta madre, la princesa Diana, se enfrascaron en peleas cuando él era un niño.
“No tengas esos desacuerdos, discusiones, lo que sea. Afortunadamente mi esposa y yo no tenemos esos. ¿La idea de tenerlos frente a los niños? Supongo que mis padres probablemente tenían muchas de esas (peleas) frente a mí, tal vez de ahí viene, esa no es una buena idea”, comentó el príncipe.
Diagnostican al príncipe Harry con Trastorno por Déficit de Atención
El Dr. Maté diagnosticó a Harry con Transtorno de Déficit de Atención durante el chat, en el que el duque agregó que “asfixia” a los dos hijos que tiene con su esposa Meghan de 41 años, Archie, de tres años y Lilibet, de 20 meses, para asegurarse de que no sufrirán sus traumas cuando crezca.
Puntos extra para Harry, pero menos para Meghan
Agregó que inicialmente le resultó difícil encontrar consuelo en la terapia después de la muerte de su madre en un accidente automovilístico en 1997.
“Pensé que si iba a terapia me mataría y que perdería todo lo que me quedara, todo lo que pudiera conservar de mi madre y resulta que no fue así. No perdí, que era todo lo contrario. Cambié lo que pensé que se suponía que era tristeza para tratar de demostrarle que la extrañaba y darme cuenta de que realmente quería que yo fuera feliz, y eso fue un gran peso que me quité del pecho”, reveló el hermano menor del príncipe William.