El ex mayordomo de la princesa Diana cree que "debe compartir sus secretos" con sus hijos, los príncipes William y Harry. Paul Burrell trabajó para la difunta princesa de Gales durante una década hasta su muerte en 1997.
Burrell se está preparando para someterse a una cirugía por cáncer de próstata y está obsesionado con la idea de que se le está acabando el tiempo para decirles a los hermanos separados "la verdad".
"Sé que algunas cosas no son bonitas, pero si dejo este lugar y voy a otro, nunca lo sabrán. Creo que deberían saber. Mi enfermedad ha centrado mi atención en decirles cosas a los niños antes de que sea demasiado tarde, decirles lo que realmente deberían saber", explicó Paul al periódico Daily Mirror.
Burrell inistió en que cree que Diana: "'Paul, debes hacer de esto una prioridad. Tienes que ir a ver a mis muchachos'. Ella me confió y hay muchas cosas de las que nunca he hablado, pero ahora siento que es el momento adecuado".
El ex ayudante de 64 años quiere "aportar su granito de arena" para ayudar a William y Harrry a reconciliarse y cree que lo tiene que decir podría lograr precisamente eso. "Creo que lo que tengo que decir podría unir a los niños, lo que Diana hubiera querido desesperadamente", abundó.
Burrell enfatizó en que "sólo les diré la verdad. No busco nada a cambio. ¿No sería maravilloso ver a los chicos reparar su relación? Al público le encantaría eso. Aplaudiría eso. Me encantaría ver a William poner su brazo alrededor de su hermano, pero no creo que lo veamos porque hay demasiados obstáculos en el camino".
El ex mayordomo está particularmente interesado en sentarse con el príncipe de Gales y "llenar los vacíos de esos años que faltan en su mente". Paul aseguró que podría responderle todo lo que pasó mientras William estaba en la escuela. "Sólo quiero decir la verdad. Parte de la verdad puede ser difícil, pero si no lo sabe, no está informado".
Burrell insistió en que "Hay cosas que sucedieron en el mundo de su mamá, de las que quizás no tengan conocimiento. Y creo que podría llenar algunos espacios en blanco". Recalcó que "si alguna vez nos sentáramos, le diría a William: 'Esto está dentro de estas paredes y nunca saldrá'".
