El domingo la princesa consorte Charléne de Mónaco estrenó un espectacular vestido para acudir con su esposo, el príncipe soberano Alberto II, a la gala de beneficencia de su fundación en Courchevel. El diseño era impactante, largo y que firma Akris, un estreno de la sudafricana que le costó seis mil 900 euros.
El diseño es un traje de tul semitransparente con bordados aderezado de un cinturón de crin en color negro, de escote redondo, sin mangas, de cremallera es oculta y que se encuentra en la espalda. Está confección se realizó con un mezcla de poliéster y poliamida, pero con forro de seda.
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Fue fabricado en Rumania en el que resaltaron los bordados en todo el tul del vestido, con una silueta ajustada. A pesar de confirmar que es la top en la lista de royals que más gastan en su guardarropa, para cubrirse del frío Su Alteza Serenísima optó por reciclar abrigo, de la misma casa de moda.
También de Akris —su maison de moda de cabecera—, su abrigo tiene un cuello redondo y es largo hasta los pies, pero lo dejó abierto para poder mostrar su vestido. En cuanto a su estilismo, su corte garçon impoluto y maquillaje natural. En la gala en el Ineos Club House de Courchevel reapareció Alberto.
El príncipe soberano de Mónaco se veía un tanto menos elegante que su esposa con un pantalón gris con camisa blanca y una chaqueta de color azul marino. El evento tenía la finalidad de apoyar a los niños del club deportivo de la localidad, a los que se les ofrecen los medios para alcanzar el alto rendimiento.
Para logra la recaudación, en la que estuvo presente otro de los organizadores de la velada, James Arthur Ratcliffe, así como una multitud de atletas, emprendedores, así como el presidente del Club de Esquí de Courchevel, Marc Sénéchal, se subastaron obras de arte, vinos, experiencias culinarias, turismo, artes o accesorios deportivos.
La princesa Charlène de Mónaco apostó por su firma de cabecera Akris(Palais Princier/Eric Mathon)
El 'castigo' a su cuñada Carolina de Mónaco
A pesar de que Alberto II había revelado a la revista People que estaría presente en la coronación del rey Carlos III, al expresar: "No sé cuántas coronaciones de un monarca inglés veré en mi vida, así que intentaré disfrutarla". Ahora Nicolas Fontaine creó revuelo al asegurar que es posible que los príncipes de Mónaco no asistan.
Aunque esa ausencia podría tratarse únicamente de Su Alteza SerenísimaCharlène, quien tiene la "potestad" para elegir quién la reemplazaría si decide no viajar a Londres el 6 de mayo. Todo apuntaría a que la seleccionada sería la princesa Carolina, quien tiene razones de sobra para no querer representar a Mónaco en el evento royal del año.
La princesa Charlène encabeza una fundación que ayuda a los niños deportistas en el principado.(Palais Princier/Eric Mathon)
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¿Por qué Carolina no querría ir a la Coronación?
Durante su juventud Carolina y el entonces príncipe de Gales coincidían en diversos eventos y compartían coche si era necesario, por lo que después de un tiempo el gossip de que podrían unir a la Casa Rales de Windsor y de Grimaldi se hicieron cada vez más latentes.
Cuando ella anunció su matrimonio, que resultó fallido, con Philippe Junot, echó por tierra la expectativa que tenía Carlos, de acuerdo con su amigo Broderick Munro-Wilson: "Pensaba que Carolina de Mónaco era casi la única posibilidad que tenía (de casarse)".
La presión que afrontaron ambos, antes del anuncio de la royal wedding de Carolina, fue total, tanto así que hizo al actual soberano del Reino Unido bromear con sus compañeros del Trinity College de Cambridge sobre la posibilidad de "volverse gay" para no tener que seguir soportando la exigencia de buscar una esposa.
La gota que derramó el vaso de la incomodidad que podría sentir Carolina de acudir en una visita oficial es el desencuentro que tuvo con la princesa Diana, quien abandonó una cena de forma furtiva, luego de sus celos y malhumor por toda la atención que le prestó Carlos III a la hija de Grace Kelly, a quien no volvió a ver después del incidente.
Durante su juventud el rey Carlos III y la princesa Carolina de Mónaco fueron relacionados sentimentalmente.(Georges De Keerle/Getty Images)
