Juan Carlos I reapareció públicamente en París derrochando simpatía y energías renovadas. El antiguo jefe del estado español viajó esta semana a la capital francesa para apoyar a su buen amigo Mario Vargas Llosa,en una ceremonia de ingreso del literato peruano en la Academia Francesa.
Se trata de un hecho histórico que no quiso perderse el papá del actual rey de España, Felipe VI, ya que el Nobel se convertía así en el primer escritor en lengua española en acceder a la principal institución de las letras galas.
Acompañado de la infanta Cristina y de su inseparable asistente, quien le ayuda a sobrellevar sus ya tradicionales problemas de movilidad, el antiguo soberano posó sonriente con el homenajeado, a quien abrazó con efusividad, y trató con la misma actitud extrovertida a los periodistas y fotógrafos que se dieron cita en la sede de la academia. Y además les facilitó su trabajo con unas reveladoras declaraciones sobre su posible regreso a España.
Al preguntarle al respecto, Juan Carlos se limitó a responder que "seguramente" volverá a pisar su país más pronto que tarde, aunque se desconoce en qué época del año y en qué circunstancias.
El emérito, quien se fue a vivir a Abu Dabi desde el verano de 2020, visitó Galicia en mayo del año pasado con motivo de unas regatas y se alojó en el domicilio de Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo.
Él mismo explicó que regresaría a la localidad un mes después para asistir a otra competencia enmarcada en la Copa Mundial de Vela, pero finalmente esos planes fueron cancelados.
Medios gallegos especulan ahora con la posibilidad de que ese 'seguramente' implique una nueva aparición por la costa gallega. El año pasado, cobró fuerza la teoría de que Juan Carlos podría establecer su residencia definitiva en Galicia, a pesar de que la casa real y el gobierno español no lo verían con buenos ojos.
Lo cierto es que esa hipótesis parece ya totalmente descartada, teniendo en cuenta que el antiguo monarca estaría a punto de finalizar los trámites legales para que Emiratos Árabes Unidos se convierta oficialmente en su nuevo hogar a efectos fiscales.
En París, Juan Carlos I volvió a ofrecer esa imagen cercana que definió buena parte de sus casi 40 años de reinado. En cuanto a su salud, uno de los aspectos que más debate han generado sobre el emérito en los últimos tiempos, el rey aseguró que se encuentra "muy bien, divinamente".
Desde luego, el motivo de su viaje parisino fue mucho más positivo que el que le llevaron a visitar Atenas y Londres en el transcurso de solo unos meses: la muerte de su cuñado Constantino y la muerte de su prima Isabel II de Inglaterra, respectivamente.