El príncipe Harry comió pollo de Nando's (restaurantes afroportugueses) y usó gas hilarante para calmar sus nervios cuando nació su hijo Archie.
Mientras que Meghan "rebotaba en una pelota púrpura gigante" cuando se puso en labor de parto y luego se metió en un baño y enumeró "himnos conmovedores", en tanto el duque de Sussex iluminaba la habitación con velas eléctricas y colocó una fotografía de la princesa Diana, en una mesa de la sala de parto.
Harry describió la escena extraordinaria en el Hospital Portland de Londres en mayo de 2019 cuando admitió que "mejoró" su estado de ánimo con óxido nitroso o gas de la risa, un analgésico común. "Meg estaba tan tranquila. Yo también estaba tranquilo", escribió en sus memorias, Spare.
El duque de Sussex aceptó: "Vi dos formas de aumentar mi calma. Uno: el pollo de Nando's (traído por nuestros guardaespaldas). Dos: un bote de gas hilarante al lado de la cama de Meg. Recibí varios golpes lentos y penetrantes".
Harry no escatimó en los detalles del momento: "Meg estaba rebotando en una pelota púrpura gigante, una forma comprobada de darle un empujón a la Naturaleza, se rió y puso los ojos en blanco. Recibí varios golpes más y ahora yo también estaba rebotando".
El príncipe reveló que que cuando una enfermera trató de darle gas de la risa a Meghan por el dolor, ya no quedaba nada. Describe cómo la enfermera miraron el tanque vacío y luego lo voltearon a ver a él.
El duque de Sussex relató en su libro: "Pude ver el pensamiento llegar lentamente. Qué gracioso, el marido se lo acabó todo" y luego lo mejor; "Lo siento", dije mansamente.
Harry escribe que el estado de ánimo cambió cuando los médicos decidieron administrarle a su esposa una epidural para aliviar su dolor: "El anestesista se apresuró a entrar. Se apagó la música, se encendieron las luces. Vaya cambio de ambiente".
Y compartió que pasaron por un momento complejo después de una preocupación de última hora de que el bebé pudiera estar enredado en su cordón umbilical, pero Archie salió ileso, Meghan y él lloraron de alegría.
Más tarde, al describir el nacimiento de su hija Lilibet en junio de 2021, bromeó: "Esta vez no toqué el gas de la risa (porque no había)".
