Aunque actualmente vive en California, el príncipe Harry se encontraba en el Reino Unido cuando la monarca falleció a los 96 años el pasado mes de septiembre.
Aun así, su nieto no pudo llegar a tiempo a la finca de Balmoral, en Escocia, para despedirse de ella, aunque sí pudo pasar algún tiempo a su lado después de que ella se hubiera ido y dedicarle unas últimas palabras en las que aprovechó para recordar también a su abuelo, el príncipe Felipe, que había muerto 17 meses antes.