El príncipe Harry creía que la princesa Diana había fingido su muerte para escapar de la prensa, reveló en su nuevo libro. El duque de Sussex tenía sólo 12 años cuando su mamá, Lady Di, murió en un trágico accidente automovilístico en un túnel de París.
En Spare, admite que pasó las décadas posteriores tratando de averiguar qué sucedió realmente en esa fatídica noche, sólo para que lo disuadieran de pedir que se reabriera la investigación sobre la muerte de la princesa.
Incluso escribe sobre cómo él y su hermano, el príncipe William, manejaron a través del Pont de l'Alma, el lugar del accidente de Diana, para experimentar los últimos momentos de su mamá.
Los jóvenes príncipes estaban en el castillo de Balmoral en Escocia, con sus abuelos, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, cuando murió Diana. Harry escribió: "Sin nada que hacer más que vagar por el castillo y hablar conmigo mismo, se apoderó de mí una sospecha, que luego se convirtió en una creencia firme. Todo esto fue un truco".
El duque de Sussex abundó en su idea de que su mamá fingió su propia muerte: "Por una vez, el truco no lo estaba jugando la gente que me rodeaba, o la prensa, sino mamá. Su vida ha sido miserable, la han acosado y mentido, así que fingió un accidente como una distracción y se escapó".
Diana tenía 36 años en el momento de su muerte. Su coche se estrelló contra las paredes del Pont de l'Alma, también murió su novio, Dodi Fayed, y el chófer Henri Paul. El único sobreviviente fue el guardaespaldas de Di, Trevor Rees-Jones.
Harry no se refiere a Fayed, un productor de cine que tenía 42 años en el momento del accidente fatal, en el libro por su nombre, diciendo que lo conocía sólo como "el nuevo amigo de mamá", y agregó que parecía "descarado… pero lo suficientemente agradable".
El duque de Sussex escribe que él y William estaban con Diana cuando conoció a Fayed, semanas antes de su muerte, en St. Tropez. Recordó que Fayed le había regalado a Diana un brazalete de diamantes.
Después de la muerte de Diana, Harry compartió que las "matrons" de su escuela le pidieron que escribiera una carta "final" a su mamá: "Tengo un vago recuerdo de querer protestar porque ella todavía estaba viva, y sin embargo no lo hice, por miedo. pensarían que estoy loco".
Años más tarde, reveló Harry, le pidió a su secretario de prensa que revisara los archivos de la policía secreta sobre el accidente de Diana, checando las fotos detalladas. "Había luces a su alrededor, auras, casi halos. Cuando me di cuenta de su verdadero origen, se me encogió el estómago. Eran flashes (de paparazzi)", detalló.
El duque de Sussex enfatizó en que está furioso con los paparazzi que no pudieron ayudarla, y agregó: "No me había dado cuenta, antes de este momento, de que lo último que mamá vio en esta tierra fue un flash".
Cuando finalmente condujo a través del túnel, y sobre el bache que supuestamente desvió el Mercedes de Diana, no pasó "nada". Harry explicó en su libro: "Apenas lo sentimos. Siempre había imaginado el túnel como un pasadizo traicionero, intrínsecamente peligroso, pero era sólo un túnel corto, simple y sencillo".
Harry está cierto de que en el Pont de l'Alma "no hay razón para que alguien muera dentro". William llegó a París ese mismo día y los hermanos decidieron conducir juntos por el túnel, detalló el ex royal.
Después, hablamos sobre el accidente, por primera vez en la historia. Hablamos de la investigación reciente. Una broma, ambos estuvimos de acuerdo. El informe final escrito fue un insulto. Fantasioso, plagado de errores fácticos básicos y enormes agujeros lógicos. Planteó más preguntas de las que respondió.
Reveló que tanto él como su hermano decidieron pedir que se reabriera la investigación, pero "los poderes fácticos nos disuadieron". En un momento emotivo, Harry recordó cómo "apresuró" a Diana a colgar el teléfono la última vez que hablaron mientras estaba ocupado jugando con sus primos.
"Ojalá hubiera buscado las palabras para describir cuánto la amaba. No sabía que la búsqueda llevaría décadas", finalizó el duque de Sussex.
