Entre los meses de noviembre y diciembre del año pasado, un hombre que responde al nombre de Daniel Brydges consiguió entrar a los terrenos del palacio de Buckingham , en el corazón de Londres, hasta en tres ocasiones. En las dos últimas, que se fueron el 18 y el 22 de diciembre, el intruso logró ser identificado por las autoridades y, por tanto, esta semana tuvo que dar explicaciones sobre sus actos ante un tribunal de la capital, que le advirtió sobre la gravedad debido a que es reincidente.
La pesadilla de Buckingham: un hombre se metió tres veces en la propiedad
Curiosamente, durante la vista oral que se celebró este miércoles en la Corte de Magistrados, en Westminster, la jueza acabó percatándose, gracias en parte al testimonio del acusado, que no fueron dos sino tres los delitos perpetrados. La primera vez que Brydges logró burlar los controles y escalar la verja que da a los llamados Royal Mews, el 15 de noviembre, el personal de seguridad del palacio no pudo revelar su identidad y, por razones que no han trascendido, formalmente no se le atribuyeron cargos.
Que una persona haya violado en tantas ocasiones, y en un espacio de tiempo tan breve, las leyes sobre el allanamiento de morada, y nada menos que en un edificio tan distinguido como la residencia oficial del soberano británico, generó asombro e indignación entre la opinión pública británica. Esta no es ni mucho menos la primera vez que alguien sortea la seguridad de Buckingham -célebre fue el encuentro, en 1982, de Isabel II con un intruso, Michael Fagan, que llegó hasta su propio dormitorio-, pero estos días la prensa del país empieza a cuestionar seriamente la eficacia de los dispositivos de protección.
La jueza Annabelle Pilling, tras la declaración prestada por Brydges esta semana, optó una vez más por la compasión para dar una última oportunidad al detenido, quien fue puesto en libertad condicional y bajo la prohibición expresa de que vuelva a acercarse a un inmueble de la realeza. Hay que señalar también que Brydges justificó sus acciones con su necesidad de cubrirse del frío y la lluvia, ya que es una persona sin hogar, además de manifestar que no era consciente de que había entrado en un terreno dependiente de la corona.
"Se ha declarado usted culpable de estos tres delitos. Son muy serios, y más en su caso porque los ha vuelto a cometer estando en libertad condicional. Necesito saber más sobre su actitud en el futuro. Quiero saber si es usted una persona que ignora deliberadamente las reglas establecidas por la policía o los tribunales. Vuelvo a concederle libertad bajo las mismas condiciones de antes: no puede entrar usted en un palacio o residencia real", le dijo la jueza.