Desde que salió a la luz que Margarita de Dinamarca despojará a los cuatro nietos procedentes de su hijo Joaquín de sus títulos de príncipes y princesa, han surgido duras declaraciones por parte de los afectados y la soberana también ha llegado a entonar el 'mea culpa' acerca de las formas empleadas para comunicarles la medida. Aunque se mantiene firme en su decisión, la monarca ha reconocido que "subestimó" la reacción emocional de sus seres queridos.
La reina Margarita y el príncipe Joaquín no han hablado desde la crisis familiar
La jefa del estado danés admitió esos fallos en su última intervención pública, pero parece que no se ha disculpado directamente con los agraviados. De hecho, su hijo menor y la esposa de este, la princesa Marie, dieron una entrevista para ahondar en el sentimiento de agravio y menosprecio que les invade desde la semana pasada. Por si eso no fuera suficiente, Joaquín reveló que no ha vuelto a hablar con su mamá desde que se desencadenaran los hechos.
"Por desgracia no. Y son temas familiares, o como quieras definirlos. Pero la realidad es la siguiente: al margen de que quieras modernizar o adelgazar la corona, debe hacerse de una forma adecuada. Es que estamos hablando de mis hijos. Es necesario el orden y también proteger a los niños. Es un asunto muy complicado", señaló el hermano del príncipe heredero Federico, cuyos hijos no se han visto afectados por esta reforma del organigrama real
Marie, la segunda esposa de Joaquín y mamá de Enrique (13) y Atenea (10), ha sido aún más contundente a la hora de describir la indignación que invade a todos y cada uno de los retoños del príncipe, quien tuvo a sus hijos mayores, Nicolás (23) y Félix (20), con su exmujer Alexandra, ahora condesa de Frederiksborg: "Nos hubiera gustado contar con algo de tiempo para hablar de ello. ¡No creo que sea moderno herir a los niños!", declaró a los micrófonos del medio B.T.
Al margen de plazos y procedimientos, la reina Margarita se mantiene fiel al objetivo que se marcó al distanciar a estos cuatro nietos del escrutinio y las responsabilidades que se derivan de pertenecer a la realeza activa. Y es que la soberana está convencida de que su decisión, aunque les haya parecido irrespetuosa, les resultará beneficiosa en su vida futura. "¡Por supuesto!", exclamaba al ser preguntada si lo hacía por el bien de los pequeños.