La coronación del ya rey Carlos IIItendrá lugar, como es tradición, en la abadía de Westminster y se producirá en algún momento del año 2023, probablemente a partir de la primavera.
Fuentes contactadas por el diario The Sun revelaron que la ceremonia podría celebrarse en el mes de junio, en un día de gran significado para la familia real y para el histórico legado de la fallecida Isabel II.
Aunque desde palacio se ha insistido en la idea de que no hay necesidad de apresurar las cosas, el nuevo monarca y sus asesores más cercanos se habrían planteado fijar la coronación el 2 de junio, el mismo día en que la difunta madre del soberano, 70 años antes, recibió la corona imperial, el orbe y el cetro que simbolizan el poder y el vínculo divino de la monarquía. Lógicamente, esa decisión supondría un emotivo tributo para Isabel II, de quien Carlos quiere convertirse en un digno sucesor a base de preservar la continuidad.
Sin embargo, el ex príncipe de Gales ya habría puesto de manifiesto que su coronación será más "breve y modesta" que la de su predecesora, a fin de adaptarse a los tiempos que corren, al papel que juegan las casas reales en el viejo continente y a su conocido compromiso por el medio ambiente.
Los elementos más tradicionales del ritual permanecerán inalterables, pero el rey también pretende incluir sentidos detalles en recuerdo de su mamá, y hacer del acto uno inclusivo para los miembros de las diferentes confesiones religiosas y las diversas sensibilidades de la Commonwealth.
"El rey es plenamente consciente de las dificultades que atraviesa la Gran Bretaña moderna, así que sus deseos e inquietudes se verán reflejados en la ceremonia. Aunque el acto se verá caracterizado por las tradiciones del pasado, también debe ser representativo de la monarquía del mundo moderno", explicó una fuente.