La familia real y otros estimados invitados se reunieron en la Abadía de Westminster hoy para el funeral de Estado de la reina Isabel II , dando a sus seres queridos una última oportunidad de despedirse de la monarca que ha reinado durante más tiempo en Gran Bretaña.
Asistieron la recién nombrada reina consorte, Camila; la princesa de Gales Kate, la duquesa de Sussex Meghan y la joven princesa Charlotte, quienes rindieron homenaje a la difunta reina con la ayuda de algunas joyas reales.
Camila usó muchas piezas de joyería para acompañar su look de luto completamente negro, pero fue el broche colocado en su vestido, una pieza en forma de corazón de diamantes y zafiros, lo que destacó. El broche fue un regalo que algunos de sus nietos le hicieron a la reina Victoria con motivo de su Jubileo de Diamante en 1897.
Presenta el número 60 en caracteres eslavos, lo que celebra la duración del reinado de la reina en ese momento. Se cree que la reina Isabel II le regaló la pieza de su tatarabuela a Camila cuando se casó con el entonces príncipe Carlos en 2005.
Desde entonces, Camila ha usado el broche en múltiples ocasiones, incluso durante un viaje a Filadelfia en 2007. La reina consorte estuvo acompañada por la nueva princesa de Gales, Catherine, que también lució algunos complementos emblemáticos. La gargantilla de Kate no podía faltar, destacando sobre su vestido abrigo negro.
Según los informes, la gargantilla, con cuatro filas de perlas y un broche de diamantes, se hizo con perlas que el gobierno japonés le regaló a la reina en los años 70. Se vio a la difunta monarca usando la pieza varias veces, y también se la prestó a la princesa Diana para una visita de estado de la reina Beatriz de los Países Bajos en 1982.
Kate ha usado el collar antes, tanto en 2017 para el Aniversario de Bodas de Diamante de Isabel II y el príncipe Felipe, así como para el funeral del duque de Edimburgo el año pasado. La duquesa de Cornualles combinó el collar con aretes de perlas que Hakim de Bahrein le regaló a la reina para su boda en 1947.
Mientras tanto, Meghan Markle usó los aretes de perlas y diamantes que le regaló la reina en 2018. Markle también llevó el par la semana pasada, cuando el ataúd de Isabel II fue transportado desde el Palacio de Buckingham a Westminster Hall luego de su llegada inicial a Londres.
La duquesa de Sussex combinó las joyas con un vestido negro con capa de Stella McCartney, el mismo diseño que el azul marino que usó para el 92 cumpleaños de la reina en 2018.
Finalmente, la princesa Charlotte, de siete años, se unió a las mujeres de la familia para llevar también un tributo de joyas para Isabel II. La niña y su hermano mayor, el príncipe George, asistieron al funeral, mientras que Louis, de cuatro años, se quedó en casa.
Charlotte, por primera vez, usó un sombrero de ala ancha, zapatos planos Mary Jane y un abrigo negro. Prendida en el lado izquierdo de su abrigo había una herradura de diamantes, que representaba el amor de la difunta reina por los caballos. Se sabe que el broche fue un regalo de la Isabel II a la princesa Charlotte de Gales.
