La reina Isabel II falleció pacíficamente en su finca de Balmoral el pasado jueves tras 70 años de reinado y su pérdida no solo ha tenido un impacto directo en su entorno familiar, alterando la línea de sucesión y provocando cambios en los títulos y funciones oficiales de su hijos y nietos.
Aunque despidos son inevitables, Carlos intenta salvar trabajos de sus empleados
Ahora que su hijo ya se convertió en el rey Carlos III, los despidos en Clarence House, la casa que compartía hasta ahora con la nueva reina consorte Camila, resultan "inevitables" debido a su cambio de funciones.
Una carta del principal asesor del Rey, Sir Clive Alderton, obtenida por The Guardian, recoge la advertencia que se ha hecho llegar a todo el personal de servicio explicando que el cambio de función de "nuestros principales" impactará directamente a la cartera de trabajos que anteriormente se llevaban a cabo en la residencia real apoyando los intereses personales, las actividades anteriores y las operaciones del antiguo Príncipe de Gales. También se reveló que Clarence House se cerrará, no está claro si de forma permanente o temporal, y por lo tanto ya no será necesario mantener el mismo número de empleados.
"Soy consciente de que se trata de una noticia inquietante y quería informarles del apoyo que está disponible en este momento", añadió Alderton.
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El Rey y la Reina consorte se instalaron en este palacio ubicado en el centro de Londres tras su boda en 2005, y no está claro aún si se trasladarán a la antigua residencia de Su Majestad, el palacio de Buckingham, en Londres. En cualquier caso, un portavoz de la familia real explicó que están intentando "urgentemente" encontrar otros puestos para su "leal personal".
"Tal y como exige la ley, se ha iniciado un proceso de consulta. Nuestro personal ha prestado un servicio largo y leal y, aunque algunos despidos serán inevitables, estamos trabajando para identificar funciones alternativas para el mayor número de empleados."