El príncipe Harry acaba de hacerle un sentido homenaje a su abuela que también sirvió para revelar indirectamente que ella sí tuvo la oportunidad de conocer a su hija Lilibet, la décimo primera bisnieta de la soberana, antes de su muerte el pasado jueves.
Harry citó entre sus mejores recuerdos de su abuela el primer momento en que conoció a su querida esposa Meghan Markle y pudo abrazar a sus queridos bisnietos. Sutil, pero claro.
La niña nació en California, Estados Unidos, y por tanto sus papás no hicieron el tradicional posado para presentar públicamente al recién nacido que sí hicieron con su primogénito Archie, en el que participaron Isabel II, su esposo el duque de Edimburgo y la madre de la duquesa de Sussex.
Lilibet viajó por primera vez a Reino Unido en junio con motivo de las celebraciones por el Jubileo de Platino de la fallecida monarca, pero al contrario que sus primos 'de Cambridge' -George, Charlotte y Louis-, ni su hermano mayor ni ella participaron en los actos públicos.
Por lo tanto, no hubo posibilidad de fotografiarlos con Isabel. Las celebraciones sí dejaron imágenes muy tiernas del entonces príncipe Carlos tratando de mantener entretenido a Luis durante un concierto o de George poniendo cara de aburrimiento en el balcón del palacio de Buckingham.
En aquel momento se dio por sentado que Isabel II había conocido en la intimidad a Lilibet, que se llama así porque ese era el apodo cariñoso que usaban los seres queridos de la monarca para referirse a ella. Su segundo nombre, Diana, es un homenaje a su abuela paterna.
Desde palacio no quisieron confirmar ni desmentir entonces esa información, pero ahora se encargó de hacerlo el propio Harry.