"La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana.", anunció el Palacio de Buckingham.
The Queen died peacefully at Balmoral this afternoon.
The King and The Queen Consort will remain at Balmoral this evening and will return to London tomorrow. pic.twitter.com/VfxpXro22W
Isabel II pasó a la historia como la soberana viva con mayor tiempo en el trono y la sucede su hijo mayor, el príncipe Carlos, que curiosamente fue el príncipe heredero al trono de Inglaterra que más tiempo esperó para convertirse en rey superando a su tatarabuelo Eduardo VII que subió al trono a los 59 años de edad.
La reina Isabel II nació el 21 de abril de 1926 en Londres como hija de los Duques de York (Alberto e Isabel) y no como primogénita de un heredero. En aquel entonces su tío, el príncipe Eduardo, era al que le correspondía suceder al rey Jorge V y así lo hizo pero sólo 325 días después de subir al trono, abdicó a favor de su hermano Alberto, por amor a Willis Simpson, una norteamericana divorciada. El padre de Isabel tomó el nombre de Jorge VI y subió al trono el 11 de diciembre 1936, convirtiéndose Isabel automáticamente en su heredera.
El reinado de Jorge VI estuvo marcado por la desintegración del Reino Unido y la guerra con Alemania Nazi donde él y su esposa, la reina madre Isabel, jugaron un papel muy importante de apoyo para todo su pueblo. Fue un rey muy querido que murió el 6 de febrero de 1952 de una trombosis coronaria mientras dormía.
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Cuando Isabel se enteró de la muerte de su padre y le preguntaron que cuál sería el nombre que elegiría como reina dijo sin titubear “Isabel por supuesto”. Desde entonces se le conoce como Isabel II de Inglaterra.
Cumplió con gran dedicación la tarea que el destino le concedió. Ahora sabemos que la reina de Inglaterra no mintió cuando en su discurso por su 21 cumpleaños, la primera vez que se dirigió a todos sus súbditos, dijo “Declaro ante todos vosotros que toda mi vida, independientemente de lo larga o corta que sea, la dedicaré a serviros y a servir a la gran familia imperial a la que todos pertenecemos. Pero no tendré la fuerza para llevar a cabo esta responsabilidad al menos que estéis conmigo. Y eso es lo que os invito a hacer ahora. Sé que vuestro apoyo no me lo daréis en vano. Que Dios me ayude a cumplir mi promesa, y que Dios os bendiga a todos los que la compartiréis conmigo”.
Hoy el mundo está de luto, todos lloran a la gran reina de toda Europa y que deja un lugar muy grande de llenar a su hijo, el príncipe Carlos.