El escenario no podría ser más idóneo: un antiguo monasterio benedictino del siglo 12 con abadía y cementerio incluido. Una especie de ‘Hogwarts’ danés en el que los alumnos son llamados “discípulos”, los profesores “escuchadores”, y una de sus tradiciones es dispararle con arco y flecha a un pájaro de madera en un poste. No es el set de una película de suspenso: es Herlufsholm, el colegio en el que hasta hace pocas semanas estudiaba el príncipe Christian, segundo en la línea de sucesión al trono de Dinamarca.
Los planes cambiaron y el futuro rey no volverá. ¿La razón? No es solo porque el lugar parece tétrico a simple vista, sino que también un documental, Los secretos de Herlufsholm: Violencia, violaciones y acoso –en el que 50 ex alumnos contaron algunas de las aterradoras experiencias de bullying, acoso sexual y violencia que vivieron dentro– ha puesto la reputación del prestigioso colegio, donde han estudiado varios líderes del país escandinavo, en serias dudas.