Veinticinco años después de la muerte de su madre, la princesa Diana, los príncipes William y Harry luchan por mantener unos lazos que, con el tiempo, se han debilitado.
"William y Harry apenas se hablan desde el Megxit", recogía este mes el tabloide The Sun, aludiendo a la decisión de Harry y su esposa, Meghan Markle, de tomar distancia con la familia real en 2020 para mudarse a California.
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Tras cumplir 40 años, William, el hermano mayor, asumió más tareas de la Casa Real, mientras que su hermano, de 37, rechazó las tradiciones por una vida en Estados Unidos.
"Sospecho [...] que la brecha es muy profunda", declaró al Daily Mail el comentarista especializado en la monarquía británica Richard Fitzwilliams.
En el pasado, las cosas eran distintas.
Después de que Diana muriera en un accidente de auto, cuando tenía 36 años, sus dos hijos conmovieron al mundo caminando tras su ataúd. William tenía 15 años y Harry, 12.
Ambos estudiaron en el prestigioso Eton. Harry ingresó en el ejército y William fue a la Universidad de St. Andrews, donde conoció a Kate Middleton, su futura esposa.
Parecían muy unidos cuando William se casó con Kate en 2011.
"Esa idílica relación fraternal que proyectaban (...) contribuyó mucho a que la monarquía se encarrilara", explicó a la AFP el historiador y escritor Ed Owens.
Pero, tras el matrimonio de Harry con Meghan, en 2018, la relación empezó a tensarse.
En una entrevista realizada en 2019, Harry dijo que él y su hermano seguían "caminos diferentes". Un año después, Harry y Meghan anunciaron que se mudaban a Estados Unidos.
Y en una entrevista acordada a la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey en marzo de 2021, Meghan afirmó que Kate la había hecho llorar.
Pero la acusación más grave fue la de que una persona de la familia real -cuya identidad no revelaron- habría especulado sobre el color de piel que tendría el futuro hijo de Meghan, cuya madre es afroamericana.
William reaccionó más tarde afirmando a un periodista que su familia no era racista "en absoluto".
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Ninguna interacción
Ambos hermanos han tenido que soportar a la prensa sensacionalista británica desde la muerte de su madre.
Harry le dijo a Oprah que dejó el Reino Unido para evitar que "la historia se repitiera", comparando el acoso de los reporteros y fotógrafos a Meghan con el trato recibido por Diana.
Sin embargo, el rechazo que ambos hermanos sienten por gran parte de los medios no ha hecho que se hayan unido más.
Apenas parecían hablarse cuando inauguraron una estatua en honor a su madre en los jardines del Palacio de Kensington en julio del año pasado.
Y durante los actos organizados por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II, en junio, no se sentaron juntos durante la misa. Según el Daily Telegraph, "no hubo interacción alguna".
Harry y Meghan tienen previsto viajar al Reino Unido en septiembre, tres meses después de su última visita, y quedarse en una casa de la reina en Windsor, cerca del nuevo domicilio familiar de los Cambridge.
Pero, según la prensa británica, los dos hermanos no tienen planeado verse.
Aún así, Robert Hardman, un excorresponsal especializado en temas monárquicos, planteó la posibilidad de una reconciliación.
"Obviamente, se han alejado pero son hermanos, esto es una familia", dijo el periodista y escritor a la AFP.
"Para mí, parece que nos encaminamos hacia unos viajes cada vez más regulares al Reino Unido", apuntó. "Y cada vez que eso pasa, las cosas se van destensando".
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"Ansiedad"
Pero esta evolución de la relación entre los hermanos podría depender de las memorias de Harry que supuestamente se publicarán a finales de este año.
Un tema que, según el Telegraph, estaría "generando ansiedad" entre los miembros de la familia real, que temen que el volumen sirva para "ajustar cuentas y hacer más afirmaciones sensacionalistas".
"El libro será muy explosivo", apostilló Hardman, quien espera del texto que sea "extremadamente duro con los medios de comunicación" y "bastante duro con el Palacio".
Las opiniones divergen sobre si la familia real necesita o no a Harry.
"Nadie es más grande que la institución, así que la monarquía saldrá adelante con o sin ellos. Ellos no son esenciales", declaró Hardman aludiendo a Harry y Meghan.
En cambio, Ed Owens destacó que la salida de Harry "privó a la monarquía de uno de sus salvadores", en su calidad de "miembro de la realeza informal", el que más "tiene los pies en la tierra".
"Creo que, en algún momento, necesitarán que Harry vuelva", declaró la especialista Tina Brown a The Guardian, refiriéndose al príncipe como "un activo" para la monarquía, que podría atenuar la presión sobre William y Kate.