A lo largo de sus 70 años de reinado,Isabel II ha tenido que tratar con 14 primeros ministros a los que tuvo que ratificar formalmente en su sala de audiencias del Palacio de Buckingham.
Sin embargo, en este momento tan especial y problemático para la soberana británica, cuyo Jubileo de Platino se vio precedido de su contagio con covid y del estallido de nuevos escándalos en la familia real, se romperá una tradición que, al menos en lo que a su reinado respecta, se remontaba a los tiempos de Winston Churchill.
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Los problemas de movilidad que padece la monarca, evidenciados con el uso de un bastón del que prácticamente no se separó durante los actos del Jubileo, han llevado a sus médicos y asesores a recomendarle que no se mueva del castillo de Balmoral, en el que la reina disfruta como todos los años de sus vacaciones escocesas, por lo menos hasta entrado el mes de septiembre.
A su vuelta a Inglaterra, Isabel regresará al castillo de Windsor donde vive de forma permanente desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
Una vez se resuelva la incógnita sobre la identidad del nuevo jefe de gobierno, el que sustituirá a Boris Johnson el próximo 6 de septiembre, el ganador de la batalla que libran estos días Rishi Sunak, actual ministro de Hacienda, y la favorita Liz Truss, quien dirige las relaciones exteriores, tendrá que viajar probablemente hasta Balmoral para recibir la confirmación oficial de Su Majestad.
"En último término será la reina quien tome la decisión, como cuando apareció por tercera vez en el balcón del palacio de Buckingham durante el Jubileo. Hay ciertos aspectos del trabajo que pueden ser delegados en el príncipe Carlos, pero nombrar al nuevo primer ministro es algo que ella desea hacer. No es precisamente aconsejable que la reina tenga que viajar 1,500 km para una visita de 48 horas, cuando el próximo ministro puede acudir con relativa facilidad a Balmoral", aseguró una fuente de la casa real al diario The Sun, añadiendo que la decisión final será anunciada la semana que viene.