Desde su llegada al mundo hasta ahora, los príncipes de Cambridge, George, Charlotte y Louis, han tenido espacio de sobra en casa para todo lo que puedan necesitar, incluyendo al equipo que trabaja con ellos. En el apartamento 1A del Palacio de Kensington, donde viven actualmente, hay 20 habitaciones distribuidas en cuatro pisos, mientras que en Anmer Hall, su casa de campo, hay 10 recámaras.
El 'duro cambio' al que deberán adaptarse los niños Cambridge en su nueva casa
Sus padres, el príncipe William y Kate Middleton, tomaron la decisión de mudarse a Windsor a vivir una vida mucho más hogareña, con mucho espacio para correr y disfrutar en exteriores, pero a cambio de un pequeño sacrificio: Adelaide Cottage, la casa a la que se mudarán, tiene sólo cuatro recámaras.
Eso quiere decir que una de ellas será para los duques de Cambridge y el resto para los niños de 9, 7 y 4 años respectivamente. Lo que deja sin habitación a un importante miembro de la familia: la niñera española María Teresa Turrión Borrallo.
Esto no implica que María vaya a quedarse sin trabajo, pero sí que tendrá que vivir un poco más lejos de los niños de lo que está acostumbrada.
La niñera ha estado con los Cambridge desde 2014, cuando el príncipe George era sólo un bebé, por lo que los tres niños están habituados a su presencia día y noche y seguramente les costará trabajo adaptarse a las nuevas circunstancias.
No se sabe exactamente dónde vivirá María, pero compartirá casa con otros miembros del staff de los Cambridge que también se quedaron sin lugar: un ama de llaves y un chef.
Más allá de la partida 'a medias' de su nanny, vienen muchos cambios para los príncipes: el más importante de ellos será, sin duda, el nuevo colegio en el que comenzarán clases en pocos días. Lambrook School, muy cerca de su próximo hogar, fue la escuela elegida.