La princesa Diana y su pareja Dodi Al-Fayed murieron en un accidente automovilístico en París el 31 de agosto de 1997, junto con su chofer Henri Paul, mientras que el guardaespaldas Trevor Rees-Jones resultó gravemente herido.
Sin embargo, el ex guardia de seguridad de la princesa Diana, Lee Sansum –a quien la princesa apodaba Rambo– cree que ella seguiría viva si él hubiera viajado en el mismo auto la noche en que falleció.