Isabel IIes conocida por los coloridos abrigos y vestidos que estrena cada que acude a un compromiso: del magenta al verde limón, ningún tono se le ha escapado a la monarca de 96 años.
Sin embargo, a pesar de tener todo un arcoiris para elegir, Isabel suele optar por un color cuando acude a una boda real: el azul. Y curiosamente, no es algo que haya beneficiado precisamente a los novios, ya que siempre que la reina ha usado este color en un enlace, la pareja termina por separarse.
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Margarita y Anthony Armstrong-Jones
Para los incrédulos, algunas pruebas. La ‘maldición’ comenzó con la princesa Margarita, que terminó por casarse con Anthony Armstrong-Jones en 1960 ya que su hermana, Isabel, le prohibió quedarse con el amor de su vida, el capitán Peter Townsend. En el transcurso de su matrimonio ambos tuvieron affaires, por lo que en 1978 se divorciaron.
Ana y Mark Phillips
El siguiente matrimonio ‘afectado’ fue el de la princesa Ana con el capitán Mark Phillips en la abadía de Westminster en 1973. Una vez más, Isabel II eligió vestir de azul para el enlace de su única hija. Parece que la ‘maldición’ siguió su curso, ya que la pareja, padres de Peter y Zara Phillips, anunció en agosto de 1989 su intención de separarse. En un principio, señalaron que no tenían planes de divorciarse pero lo hicieron en 1992.
No hay boda real más icónica que la de los príncipes de Gales, por lo que muchos recordarán que, sí, la reina usó azul de pies a cabeza. Como es bien sabido, Carlos y Diana se casaron en 1981 después de una corta relación, cuando la princesa tenía sólo 20 años.
El matrimonio tuvo pocos momentos de felicidad, nublados por la eterna presencia de Camilla Parker-Bowles en la vida del príncipe y por la tensa relación de Diana con la prensa. La pareja se divorció oficialmente en 1996, después de 4 años de separación.
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Andrés y Sarah de York
Los duques de York se casaron en 1986 en la abadía de Westminster, y la invitada principal a la ceremonia, es decir Isabel II, aparentemente aún no sabía del ‘poder’ de su elección al vestir. Una vez más, la monarca eligió el azul, al igual que la Reina Madre.
Otra pareja más que no pasó la prueba del tiempo, pues tan sólo seis años después se separaron. En su defensa, Andrés y Sarah se llevan mucho mejor ahora, son grandes amigos e incluso viven juntos, aunque llevan vidas separadas.
La reina hizo un gran favor a sus nietos, los príncipes William y Harry, al elegir colores muy distintos para sus respectivas bodas. En el caso de la boda de William y Kate en la abadía de Westminster en 2011, la reina usó un conjunto amarillo brillante, mientras que en el enlace de Harry y Meghan Markle en la capilla de San Jorge en 2018, optó por un look verde limón con vivos en morado.
El color de la suerte parece ser el durazno, ya que es el que eligió para la boda de su nieta Zara y Mike Tindall, y son, al menos en público, la pareja más romántica de los Windsor.
'En alerta'
Si seguimos esta teoría, quienes deberían estar atentas son las princesas Beatriz y Eugenia de York, pues tanto en la boda de Eugenia con Jack Brooksbank como en la de Beatriz con Edoardo Mapelli Mozzi, la reina usó vestidos del color ‘prohibido’: azul cielo en la primera y azul aqua en la segunda. Sólo el tiempo dirá si las princesas de York rompen la supuesta maldición.