Los miembros más activos de las casas reales europeas pasan sus días de compromiso en compromiso, por lo que no es sorpresa que en cuanto llegue el verano, sólo piensen en escapar. Para su fortuna, estos ‘escondites’ son tan espectaculares como sus palacios en la ciudad.
Verano al estilo royal: las espectaculares casas de vacaciones de la realeza
Palacio de Marivent, Palma de Mallorca
El palacio en el que se refugian los Borbón hace referencia a las palabras mar y viento, y es que su ubicación no podría ser más privilegiada, con especatulares vistas desde la costa de Cala Major, en Palma de Mallorca. El palacio se construyó en 1925 a cargo del arquitecto Guillem Forteza para el pintor Juan de Saridakis, que vivió ahí hasta su muerte. Más adelante, en 1973, la propiedad fue cedida a Juan Carlos y Sofía, entonces príncipes de España.
Es tradicional que cada año, el rey y sus hijos hagan un posado oficial en la residencia -en 2007 fue la última imagen del rey Juan Carlos con la familia completa-, así que desde 2014 es turno de los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, de fotografiarse.
Castillo de Balmoral, Escocia
Se dice que ésta es la casa favorita de la reina Isabel, que pasa sin falta cada verano en la propiedad. Aquí aprovecha para descansar, así como recibir visitas de su familia y amigos cercanos. Desde caminatas hasta picnics y asados hasta paseos a caballo y cacería. La familia real aprovecha estos momentos en total privacidad para sentirse una familia ‘normal’.
El castillo se construyó en 1390 pero fue hasta 1852 cuando el príncipe Alberto lo compró para su esposa, la reina Victoria. El lugar tiene aún más historia: aquí fue la luna de miel de Carlos y Diana de Gales, y también fue ahí donde William y Harry se enteraron de la muerte de su madre en agosto de 1997, justamente mientras pasaban el verano con su familia paterna.
Château de Cayx, Francia
En este viñedo al norte de Toulousse, Francia, es que la familia real danesa pasa el verano. La propiedad de 10 habitaciones es relativamente nueva en la familia: el príncipe Enrique y la reina Margarita la compraron hace unos 50 años. El lugar fue elegido pues no muy lejos de ahí fue donde Enrique, fallecido en 2018, pasó su infancia.
La reina, madre del príncipe heredero Federico y suegra de la princesa Mary, ama la pintura, y el lugar le ofrece la inspiración y la tranquilidad para hacerlo, sin mencionar las espectaculares vistas de los viñedos. Ahí recibe a sus nietos y se pasea por el mercado local.
Tavernelle Val di Pesa, Italia
La villa de Rocco dei Dragoni en la Toscana es la base veraniega de la familia real de Holanda, una propiedad de la que se sabe poco pues han hecho hasta lo imposible por mantenerla en privado. Los ciudadanos de este lugar aprecian la discreción de la reina Beatriz, quien pasa agradables momentos de anonimato recorriendo sus calles y visitando sus mercados y osterías, que la nombraron ciudadana honoraria e incluso llaman a la residencia 'Villa Beatrice' en su honor.
Dentro de la propiedad, comprada por Beatriz y su esposo Claus en 1975 para sus tres hijos, se encuentra un viñedo del que se produce chianti, y también se cultivan olivos.
Sollidan, Suecia
La familia real sueca pasa sus vacaciones en esta residencia situada en la isla de Öland, en la costa báltica, desde 1930. La casa, inspirada en la Villa San Michele en Capri, fue construida en 1903 para que la princesa Victoria, que tenía varios problemas de salud, pudiera recuperarse en un lugar con buen clima, y a su muerte quedó en manos de su esposo, Gustavo V, quien la abrió al público.
Para fortuna de la actual princesa heredera Victoria, sus visitas anuales a este lugar coinciden con su cumpleaños, por lo que siempre celebra aquí rodeada de su familia y de los visitantes que se acercan a felicitarla.