Samantha Markle , hermanastra de la duquesa de Sussex y su principal 'dolor de cabeza' mediático desde hace años, no solo proyectó una imagen muy poco favorecedora de la esposa del príncipe Harry en el primer tomo de su libro de memorias, sino que recientemente decidió interponer una demanda en su contra por difamación.
Meghan Markle busca a toda costa que se cierre su caso por difamación
En opinión de la hija mayor de Thomas Markle, padre de Meghan, la ahora duquesa dañó premeditadamente su reputación al hablar de las dificultades económicas que sufrió durante su infancia: todo ello durante la polémica entrevista que concedió a Oprah Winfrey a principios de 2021.
La ex actriz aseguró que ella tuvo que pagar todos sus gastos universitarios y describió como "difícil" el entorno de su familia paterna.
Samantha reaccionó con furia a esas declaraciones y no dudó en tratar de negarlas en entrevistas posteriores, definiendo a su hermana pequeña como una especie de niña malcriada a la que se le había dado todo y que, lejos de agradecerlo, acabó renegando de su pasado y de los suyos. Meses más tarde, la ahora autora decidió llevar su indignación al plano judicial, demandando así a la duquesa de Sussex.
La respuesta de Meghan
Los abogados de Meghan Markle no tardaron en intervenir y pidieron al tribunal que gestiona el caso que desestime la demanda de Samantha, ya que a su juicio no puede considerarse difamatorio un mero relato subjetivo sobre las experiencias personales y sentimientos vividos por la duquesa.
"Es una percepción que en ningún caso está sujeta a los parámetros de lo falso y verdadero. Es imposible imaginar algo más personal y auténtico que la forma en que cada uno ve su infancia. No deja de ser una declaración subjetiva y personal sobre cómo siente alguien su niñez", dice un extracto de la respuesta.