Las demostraciones de afecto en público es algo que los miembros de la realeza no hacen muy a menudo, pero si de alguna pareja sorprenden en especial es de Alberto y Charlenede Mónaco, quienes no sólo se caracterizan por mostrarse ‘fríos’ en sus compromisos, sino que los persiguen los rumores de crisis desde hace un tiempo.
Es por ello que llamó el momento que vivieron en su llegada al Museo Fram, en Oslo, en el cual inauguraron la exposición “Navegando en el mar de la ciencia”. La presencia de Charlene fue una sorpresa, al igual que la de sus dos hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, de 7 años.
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Los príncipes de Mónaco se dieron un beso -que muchos califican de ‘incómodo’ en redes sociales- y un abrazo, y también posaron muy cerca uno del otro junto a su anfitrión, el príncipe Haakon de Noruega, y sus hijos.
El futuro rey saludó a la princesa con un beso en la mano y otro más en la mejilla.
La pareja, quien fue recibida por la familia real de Noruega con un lunch en su honor, ha pasado por varios momentos difíciles en los últimos meses. El año pasado Charlene sufrió una enfermedad de la que se supo muy poco, misma que la obligó a permanecer fuera del principado por un tiempo, y una baja física y emocional que ocasionó su ingreso a una clínica de rehabilitación en Suiza.
Desde su regreso a Mónaco hace algunos meses, mucho se ha hablado de ella y de su matrimonio. Publicaciones europeas aseguran que la princesa se mantiene con Alberto sólo por un multimillonario contrato a cambio del cual llevaría una vida pública junto a su esposo.
Aunque no suele hablar públicamente de su vida privada, Charlene se expresó al respecto. “Me parece lamentable que ciertos medios propaguen tales rumores sobre me vida, mi relación”, confesó a Monaco Matin hace un par de semanas.
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Aunque pasaron semanas desde su regreso para que Charlene acudiera a algún evento público, su agenda ha ido tomado forma y la hemos visto en el E-Prix, en el Gran Premio de Mónaco, en la Semana de la Moda de Monte Carlo, y ha llamado la atención su semblante serio y su poca interacción con su esposo, con quien está por cumplir 11 años de casada.
Los príncipes no estuvieron presentes en el gran evento royal del año: la gala por el cumpleaños número 18 de Ingrid Alexandra, nieta de los reyes y futura monarca, en la que estuvieron presentes representantes de la mayor parte de las casas europeas, de los reyes de Holanda, al rey Felipe VI de España y los príncipes herederos de Dinamarca.