En sus primeros viajes a Londres después de que se hiciera pública su relación sentimental con el príncipe Harry, Meghan Markle consiguió pasar desapercibida por la ciudad e incluso ir a comprar al supermercado poniéndose una gorra de béisbol y ropa informal.
Su cuñado el príncipe William utiliza el mismo truco cuando quiere salir a la calle de incógnito, y por esa misma razón esperaba que nadie le reconociera hace unas semanas mientras trataba de vender ejemplares de la revista Big Issue, que recauda fondos para las personas sin hogar.