Camila, duquesa de Cornwall, ha jugado más de un papel en la historia de la familia real: fue por un tiempo la 'villana', cuando se descubrió públicamente su affaire con Carlos de Gales, pero también ha ido ganando algunos 'fans' -la reina Isabel incluida- gracias a su esfuerzo y arduo trabajo para la Corona.
Con Isabel II de su lado -hace unos meses la monarca dejó claro que desea que Camila se convierta eventualmente en reina consorte, al lado de Carlos- la duquesa de casi 75 años se siente con mucha más confianza y en un mejor lugar que años atrás.
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La esposa de Carlos de Gales habló con la edición británica de la revista Vogue desde su hogar, Clarence House, donde abrió su corazón con respecto a temas que poco se han tocado en años recientes, como los años de su relación con Carlos mientras ambos estaban casados, ella con Andrew Parker Bowles y él con la princesa Diana. Ambos matrimonios acabaron en divorcio, en 1995 y 1996 respectivamente.
La reacción pública ante la apertura de su relación, como era de esperarse, fue negativa. Contó a Giles Hattersly, pensativa. “No es fácil. Fui examinada por tanto tiempo que tuve que encontrar la forma de vivir con ello. Nadie quiere ser observada todo el tiempo y, ya sabes, criticada, y…”, se detuvo por un momento. “Pero creo que al final me sobrepuse y seguí adelante. Tienes que seguir con tu vida”.
La publicación, a quien la duquesa recibió con un “Siento que tengan que fotografiar a esta vieja murciélaga hoy”, habló también del príncipe Carlos y su vida en pareja. “Tratamos de tener un momento en el día para encontrarnos”, dijo la duquesa. Como los dos miembros de la familia real de mayor jerarquía después de la reina, Carlos y Camila tienen agendas extremadamente apretadas. “Nos sentamos juntos, tomamos una taza de té y hablamos de nuestro día”.
“Nos sentamos y leemos nuestros libros en distintos rincones de la habitación. Es muy relajante porque sabes que no tienes que hacer conversación. Sólo nos sentamos y estamos juntos”.
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Las responsabilidades de Camila sólo crecen; recientemente fue nombrada Dama Real de la Real Orden de la Jarretera, la mayor condecoración que ha recibido a la fecha, entregada personalmente por su suegra. Un sello de aprobación inequívoco que la coloca en buena posición frente a la que será la tarea más importante de su vida.
Sin embargo, la futura reina consorte dejó claro que sigue disfrutando los placeres más sencillos de la vida, como la jardinería, las caminatas o leer un libro. “Sería mi idea del cielo”, confesó.