Kate Middleton y Meghan Markle podrán no tener mucho en común estos días, pero sí hay un gusto en particular que comparten: ambas visten a sus hijos con la marca española de moda, Amaia Kids, propiedad de la diseñadora española Amaia Arrieta.
El particular gusto en común que tienen Kate Middleton y Meghan Markle
Kate fue quien empezó con la ‘tradición’ vistiendo a su hija, la princesa Charlotte, en cada ocasión posible con los abrigos creados por la española. Todos son hechos a la medida y, frecuentemente, se agotan una vez que se descubre que la princesita de 7 años los ha utilizado.
Los festejos del Jubileo fueron un excelente momento para que la única hija de Kate Middleton y el príncipe William luciera algunas de sus piezas de Amaia Kids, como durante su paseo por Gales –un abrigo azul marino que ya le habíamos visto en la misa de acción de gracias por el duque de Edimburgo, en marzo pasado–, y más adelante durante el desfile que cerró el fin de semana, donde lució un vestido estampado en flores amarillas y, una vez que la temperatura bajó y la familia entera subió al balcón de Buckingham, un abrigo de algodón en color marfil.
Tanto el abrigo de verano "Razorbil” como el vestido “Bristol”, como están descritos en el sitio de la diseñadora, tienen un precio de 180 y 135 dólares respectivamente y aún están disponibles en ciertas tallas, aunque con un stock limitado.
También el príncipe Louis, de 4 años, fue captado usando algo de Amaia, la chaqueta de algodón “Redwink”, cuyo precio ronda los 110 dólares.
Quien también se unió al club, mostrando que Meghan y Kate no son tan distintas después de todo, es la más pequeña de los nietos del príncipe de Gales, Lilibet Diana. En el retrato que el fotógrafo Misan Harriman compartió en sus redes sociales, la bebé que recién cumplió un año usa el vestido “Angel” de la misma casa española.
Hay quien se pregunta si Meghan, al igual que Kate, se habrá enamorado de los diseños de la firma o si se trata de un regalo de los duques de Cambridge a la bebé de Harry y Meghan en su primer cumpleaños, al cual no pudieron asistir por estar de viaje.