El matrimonio del príncipe Alberto con Charlene de Mónaco ha sido cuestionado en muchas ocasiones desde que ella se pasó todo el día de su boda llorando, y la separación forzosa de la pareja por los problemas de salud que la princesa ha sufrido en el último año no ha hecho más que aumentar los rumores acerca de una posible crisis.
Charlene de Mónaco confiesa que su matrimonio tiene puntos débiles
Charlene pasó diez meses convaleciente en Sudáfrica por culpa de una infección de oído y garganta que le impedía volar.
Poco después de su regreso al Principado, volvió a marcharse para ingresar durante otros cuatro meses en una clínica de Suiza y recuperarse de una "profunda fatiga".
Charlene regresó a casa el pasado marzo y ha ido retomando poco a poco su agenda pública. Este martes acudió a un evento de Monte-Carlo Fashion Week en el que no evitó las preguntas acerca de la relación que mantiene actualmente con el padre de sus dos hijos porque quería aclarar que siguen juntos.
"Como todo el mundo, somos seres humanos. Y como todos los seres humanos, tenemos emociones y fragilidades, solo que nuestra familia está expuesta a los medios de comunicación y la más mínima debilidad es retransmitida a todo el mundo", confesó al periódico Monaco Matin.
La antigua nadadora también ha hablado abiertamente de su estado de salud. Aunque ha reconocido que sigue estando bastante frágil, se muestra precavidamente optimista e insiste en que su esposo es uno de sus grandes apoyos porque le hace sentirse "más serena": "Alberto me ha apoyado enormemente. Hemos hablado de todos esos comentarios hirientes y ha hecho todo lo posible para protegerme, a mí y a nuestros hijos", añadió.